Caguas. Ángel “Tito” Acosta no le teme admitir que siempre hay espacio mejorar las técnicas dentro del ring.

Durante una sesión de entrenamiento para lo que será su primera defensa del cetro de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), versión de las 108 libras, Acosta contó con la presencia del múltiple campeón mundial Miguel Cotto, quien le ofreció consejos sin reservas.

“Lo hemos hecho antes, pero ahora Miguel está más metido. Tiene el tiempo para atenderme y a los demás boxeadores. Me ha ayudado mucho”, indicó Acosta al concluir el trabajo del día.

En diciembre pasado, Cotto culminó su carrera como boxeador y, enseguida, adoptó la faceta de promotor.

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Acosta entrena junto con Miguel Cotto (Foto Andre Kang / andre.kang@gfrmedia.com)
Acosta entrena junto con Miguel Cotto (Foto Andre Kang / andre.kang@gfrmedia.com)

Sin embargo, ayer visitó el gimnasio que lleva el nombre de su padre Miguel Cotto Carrasquillo en Caguas, para pasar un rato con uno de los principales púgiles que pertenecen a su empresa promotora.

“Esta semana me enseñó varias técnicas, cómo meter los golpes sólidos y bien puestos para lastimar al oponente. También me dice que use más la maña y empuje a los boxeadores. Me está enseñando mucho”, aseguró Acosta, quien el 16 de junio, enfrentará al nicaragüense Carlos Buitrago (30-3-1, 17 nocauts) en el Coliseo de Puerto Rico.

Mientras observaba la técnica de Acosta (17-1, 17 KO) bajo la tutela del entrenador Juan de León, Cotto no resistió la tentación, subió al ensogado, se amarró unos guantes y explicó al detalle cómo mejorar los golpes.

“Tito tiene que seguir trabajando fuerte y lo que quiera hacer, a donde quiera llegar y lo que quiere alcanzar en la vida llegará solo”, afirmó Cotto.

Para ello, Acosta concentró sus energías en mejorar el físico.

“Lo he trabaja’o mucho y me ha venido bien. Siento la diferencia, particularmente en los guanteos donde no siento tanto los golpes. Antes de trabajar en el físico, al día siguiente de una sesión de guanteo el cuerpo me dolía. Siempre estoy listo para trabajar. Antes me daban los golpes en los hombros y me los tumbaban, pero ahora el día siguiente estoy listo para trabajar”, explicó Acosta.