Para Miguel Cotto, no existe espacio para las festividades.

En lugar de aprovechar la celebración del Día de la Independencia de Estados Unidos, el múltiple campeón mundial llevó a cabo una jornada normal de trabajo junto con el preparador físico Gavin MacMillan.

Después de varios meses de asueto en Puerto Rico, Cotto (40-5, 33 KO) regresó a Los Ángeles, California, el pasado viernes.

Enseguida retomó los entrenamientos de cara al compromiso del 26 de agosto. Esa noche enfrentará al japonés Yoshihiro Kamegai (27-3-2, 24 KO) por el cetro de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), versión júnior mediana (154 libras).

“Para haber sido el primer día de campamento, Miguel vino con intensidad. Cuando se empieza así de fuerte tan temprano, uno se tiene que asegurar de frenarlo un poco”, compartió MacMillan durante una entrevista con Primera Hora.

“Miguel es uno de los atletas profesionales más disciplinados que he visto. Él siempre está listo, viene al gimnasio para hacer su trabajo, regresa a su casa para descansar y sigue la misma rutina”, agregó.

A principios del 2017, Cotto estuvo en el Wild Card Gym para medir fuerzas con el estadounidense James Kirkland. Sin embargo, el evento fue cancelado debido a que Kirkland, presuntamente, sufrió una lesión en la nariz. 

¿Considera que llegó en buena forma pese al tiempo que estuvo inactivo?

“La primera vez que Miguel estuvo con nosotros, venía de unas derrotas, su carrera no se encontraba en el lugar que deseaba y ahora es diferente. Sabe que cuando viene al gimnasio, mejorará gradualmente con el pasar de las semanas. No tenemos que preocuparnos por los asuntos del peso. El tiempo alejado del gimnasio lo único que puede afectar es la coordinación dentro del ring más que la condición física. El truco es que la condición no acapare el tiempo y le impida darle atención al boxeo. La primera sesión estuvo centrada en fortalecer las piernas y caderas con la asistencia de máquinas de resistencia. También salto de cuica y la bicicleta fija”.

Para Kirkland, el plan era sumar masa muscular en el torso. ¿Qué cambiará para el nuevo rival?

“Kamegai es un rival duro. Obviamente, respetamos a todos los oponentes. Kamegai viene de frente. Intentará colocarse en una posición defensiva antes de atacar. Lo que trataremos de hacer es trabajar en los movimientos de Miguel para sacarle provecho a lo que entendemos son las debilidades de Kamegai. Si Miguel mueve los pies para dictaminar el ritmo y la distancia, es uno de los mejores del mundo. Miguel está peleando fuera de su peso natural y siempre estará en desventaja”.

El campamento de Cotto en el Wild Card Gym será de ocho semanas de duración. El cagüeño permanecerá en la costa oeste hasta la fecha del evento que tendrá como escenario el StubHub Center en Carson, California.

De hecho, se espera que Roach se incorpore al gimnasio después de acompañar a Manny Pacquiao en Australia.

¿Es fácil trabajar con un púgil maduro? 

“Cuando un boxeador alcanza cierta edad y las derrotas comienzan a sumar, es cuando están en riesgo de ser lastimados. Bajo las circunstancias en las que nos conocimos, donde comenzamos y donde nos encontramos ahora, Miguel ha sido el mejor cliente y amigo que he tenido. Es algo que uno lo nota. Es disciplinado y durante los dos meses que estaremos trabajando juntos, su única preocupación es entrenar. ¿Son así todos los boxeadores veteranos? Me atrevo decir que no. Se distraen y, algunos, piensan que pueden esquivar esquinas y salir con la victoria. Miguel no es así y los jóvenes no saben lo que se requiere para ser campeón”.