Hay boxeadores a los que las oportunidades titulares parecen caerles del cielo una y otra vez sin mayores dificultades y sin haber hecho mucho por merecerlas. La historia del boxeo está repleta de ejemplos. 

Para otros, el camino es mucho más largo, difícil y escabroso. Este parece ser el caso del invicto McJoe Arroyo, quien va esta noche a su segundo combate eliminatorio consecutivo en aras de ganar dicha oportunidad dentro del ensogado y frente a un rival “de verdad”. 

Arroyo (15-0, 8 KO) se medirá al zurdo filipino Mark Anthony Geraldo para determinar el retador mandatorio al cetro súper mosca (115 lbs) de la FIB en manos del sudafricano Zolani Tete.  

Distinto a muchos púgiles que llegan a la susodicha oportunidad con poco talento, records inflados y cargados por la industria boxística (promotores, organismos, televisión), Arroyo es un talento real, con sólida trayectoria desde sus tiempos como aficionado, excelente técnica, desplazamiento, velocidad y asimilación. Súper disciplinado, al igual que su gemelo McWilliam, McJoe no es un púgil “inventado” ni creación de los publicistas y los medios de comunicación. 

Geraldo (31-4-3, 14 KO) lleva nueve victorias consecutivas tras su más reciente revés, cuando perdió por decisión unánime ante el tailandés Oleydong  Sithsamerchai (36-1, 14 KO, cuando se enfrentaron). 

El escaso material visual disponible lo revela como un peleador con buena técnica. Ha llegado en seis ocasiones (5-1) a la distancia de diez asaltos o más. 

Arroyo lució excelente condición y fue bien agresivo y dominante el pasado 14 de junio en su nocaut técnico en once episodios del mexicano Hernán “Tyson” Márquez (37-4, 26 KO cuando se enfrentaron) en su primer combate eliminatorio.

Si el boricua ha mantenido la condición y trabaja en el pareo de esta noche con un nivel de desempeño similar al evidenciado frente a Márquez, a quien noqueó con un precioso óper por dentro de la guardia, no debe confrontar mayores problemas para salir por la puerta ancha y quedar en ruta a retar por la corona mundial en su próximo compromiso.