La prueba desfilada durante las vistas públicas sobre las querellas resultantes del combate entre José “Wonder Boy” López y Roberto “Azabache” Castañeda ha dejado al descubierto el despelote administrativo reinante en la Comisión de Boxeo Profesional de Puerto Rico (CPPR), así como lo informal e improvisado de sus procesos, el cuestionable y selectivo manejo de información y documentos, la ausencia de controles y salvaguardas reglamentarias para adjudicar responsabilidades, omisiones crasas en cuanto a la corroboración de que las correcciones en las tarjetas de los jueces estuviesen iniciadas (requisito reglamentario para que sean válidas) y otros deberes, falta de temple para ejecutar bajo presión, la existencia de conflicto de interés o la apariencia de este, la acomodaticia interpretación que les dan a los reglamentos y la falta de dominio de los mismos. 

La lista es larga y como para echar a correr. Todo esto amerita y exige que se comience otro proceso investigativo más a fondo y no limitado a lo sucedido en el combate en controversia. 

Por ejemplo, si el oficial examinador Hiram Morales Lugo determinase que la corrección en la tarjeta de César Ramos no la hizo este, se deberían investigar -tarjeta por tarjeta-  todas las carteleras celebradas al menos en este cuatrienio para ver si hay más casos de correcciones sin iniciar, lo que podría indicar irregularidades adicionales. 

De la seriedad, integridad y justicia con que se trate este escandaloso caso dependerá en gran medida la percepción que en el futuro tenga la comunidad boxística internacional de Puerto Rico como plaza de boxeo, y la fe y confianza que se puedan tener en las determinaciones y procesos de la CBPPR. 

El Lcdo. Héctor Aníbal Castro Pérez, representante legal de Ramos, fue enfático en sus argumentos de cierre en que algunos comisionados habían perjurado durante las vistas y que sí hubo maldad, contrario a lo afirmado por la comisionada Dommys Delgado Berty, en las actuaciones de la CBPPR en este caso. También los llamó “la Comisión de Ineptos de Puerto Rico”. 

Señor Ramón Orta, secretario del Departamento de Recreación y Deportes, tome nota; porque, con toda la prueba desfilada, de profesional a la CBPPR tal vez solo le quede el apellido.