Lo primero que salta a la vista en el pareo entre el puertorriqueño Miguel Cotto y el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez es que parece destinado a durar la distancia completa o acabar en los últimos asaltos. 

Las claves de la victoria para Cotto (40-4, 33 KO) son principalmente su gancho de izquierda, el trabajo al cuerpo de su contrincante, su desplazamiento sobre el entarimado, mantener la pelea en el centro del cuadrilátero  para evitar caer pillado de espaldas a las sogas o las esquinas, y saber administrarse para la segunda mitad del combate. 

Para Álvarez (45-1-1, 32 KO), por su parte, las claves de su triunfo son obligar a Cotto  a pelear en retroceso, cortarle el paso eficazmente para que el boricua no pueda salirse por los laterales a base de giros o desplazamientos, lograr pillarlo de espaldas a las sogas o esquinas y negarle el paso al combate en corto o hacerle pagar bien caro el hacerlo a base de sus uppercuts con ambas manos. 

Dos detalles menoscaban las oportunidades de victoria de Cotto: su marcado descenso en rendimiento y estámina después de los primeros seis asaltos y su propensión a sufrir hinchazones y magulladuras en su rostro. 

Aun teniendo  necesidad de administrarse, el boricua tiene que aprovechar al máximo los primeros asaltos del choque, cuando su rival, quien comienza más lento, es más vulnerable. 

Dos interrogantes, cuyas respuestas tendrán gran peso en el desenlace,  se contestarán con relativa prontitud: quién dictará el ritmo de la pelea y cómo asimilan las manos de su adversario. 

 Espero un desarrollo nivelado, competitivo y zigzagueante en esa primera mitad, con oportunidades de brillo para cada uno. Cotto boxea más que Canelo y muy probablemente, si no es cazado por un buen golpe, entre a la segunda mitad del pleito con ligera ventaja en las tarjetas de los jueces. 

Pero, creo que si no logra lastimar a Canelo suficientemente en esos primeros seis capítulos, este podrá superar dicha ventaja  e irá imponiendo poco a poco sus fortalezas en juventud y tamaño según Cotto vaya mermando.