El invicto y talentoso prospecto Félix “Diamante” Verdejo irá a su primer combate pactado a ocho asaltos el próximo 16 de agosto, cuando se mida con el chileno Oscar “la Máquina” Bravo, anunciado como quien representa la prueba de fuego en su carrera hasta la fecha.

Ciertamente, Bravo (21-5, 9 KO) es el contrincante más experimentado, tanto en número de peleas celebradas como en calidad de oposición enfrentada, al que se haya medido Verdejo (13-0, 10 KO), con detalles adicionales que lo hacen un rival interesante, como el que nunca ha sido noqueado y que ha completado dos veces la distancia de 12 asaltos, con una tercera en que perdió una decisión técnica a los 2:28 del duodécimo capítulo.

Vamos ahora a una radiografía de su récord, aunque tilden a uno de detractor o hater, esa palabrita tan de moda para designar muchas veces a quien simplemente difiere de lo que se quiere oír.

Primera bandera roja: todas sus victorias son en Chile, que nunca se ha caracterizado por producir grandes boxeadores, y todos sus reveses son fuera de su país natal.

El récord acumulado de los rivales de sus 21 victorias es de 135-166-25, mientras que el de sus derrotas es de 106-5-1. Cuando vamos a cómo ha perdido, en cuatro de sus cinco reveses, incluyendo los dos en que llegó a los 12 asaltos completos, la votación era prácticamente de “chiva”. Nunca ganó más de dos asaltos en ninguno de ellos y solo en la tarjeta de uno de los jueces.  Curiosamente, en la otra, la decisión técnica, el único juez que lo llevaba al frente (118-110) era chileno, aunque bien podría ser él quien la estuviera viendo bien ya que era en Argentina, frente a un argentino, y los otros jueces  (112-115, 112-114) eran nativos de dicho país.

Bravo viene de perder sus dos peleas más  recientes en  decisiones unánimes a ocho asaltos frente a los estadounidenses Mason Menard (29-1, 21 KO) y Diego Magdaleno (26-1, 10 KO). Nueve de los 13 rivales previos de Verdejo venían de una o más derrotas al momento de enfrentarlo. 

Nada me gustaría más que ver a Verdejo resolviendo exitosamente un problema dentro del cuadrilátero para que dé muestras de sus verdaderos quilates, no simplemente aniquilándolos con solo mirarlos mal, pero me parece que aquí la única interrogante posible es si logrará noquear a su oponente o no.