El incidente es recordado como uno de los más controversiales en la historia del Super Bowl, el evento deportivo de mayor teleaudiencia en Estados Unidos.

El 1 de febrero de 1994, hace exactamente 10 años, durante el espectáculo del medio tiempo, un seno de la cantante Janet Jackson quedó a descubierto cuando Justin Timberlake le arrancó un pedazo de la vestimenta, lo que dejó en ridículo a los productores y a CBS ante unos 143 millones de televidentes.

La publicista de Jackson luego circuló una comunicación escrita explicando que el único propósito era enseñar una pieza de ropa interior rojo y que el mismo fue accidentalmente removido junto con la capa superior.

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Originalmente, la Comisión Federal de Comunicaciones multó a CBS por $550,000. Sin embargo, la apelación llegó hasta el Tribunal Supremo y la multa eventualmente quedó anulada.

Desde entonces, la NFL ha optado por contratar artistas importantes, pero que no representen el peligro de generar una embarazosa situación similar.