Una malacrianza de Gerard Piqué no solo le pudo haber costado la Supercopa de España al Barcelona, sino que también podría pasar factura en el inicio de la Liga BBVA.

El central del Barcelona podría conocer hoy el castigo que le espera tras su tarjeta roja durante el partido de vuelta de la Supercopa contra el Athletic de Bilbao el pasado lunes. Durante la segunda mitad, en el minuto 55 y con el marcador 1-0 a favor del Barsa, Piqué le increpó aireadamente al árbitro asistente una jugada en la que reclamaba fuera de juego del Athletic. 

Según escribió en su acta el árbitro principal, Velasco Carballo, Piqué le gritó “me cag… en tu put… madre” al asistente. Sin pensarlo, Carballo le dio la roja directa. La expulsión de Piqué fue un duro golpe a las aspiraciones del Barcelona, que buscaba remontar la derrota de 4-0 en el primer juego del viernes. Sin embargo, el Barsa se quedó con un hombre menos y quedaron sepultadas la posibilidades de ganar la Supercopa, y continuar las aspiraciones de conquistar seis títulos en el año.

Hijo de Shakira y Piqué anota un gol y levanta la copa 

Un insulto de esa índole podría costarle a Piqué entre cuatro a 12 partidos de la Liga Española. El Barcelona comienza la defensa de su título liguero el domingo ante el mismo Athletic en Bilbao, y sus próximos tres partidos con contra el Málaga, Atlético y Levante.

En la tarde de ayer, Piqué acudió a las redes sociales para expresarse sobre la situación.

“Quiero pedir disculpas porque la actitud con la que protesté al linier no fue la correcta. Era un partido de gran tensión en el que nos jugábamos mucho. Sin embargo, en ningún momento empleé ningún tipo de insulto hacia su persona”, expresó Piqué en un mensaje colgado en su perfil de Twitter.

Solo queda por ver si esas disculpas tendrán algún efecto en la cantidad de partidos que será suspendido.