Barcelona— Con dos dianas de Lionel Messi, incluida una de antología, el Barcelona venció el sábado por 3-1 al Athletic de Bilbao y conquistó la 27ma Copa del Rey de su historia, así como su segundo título de la actual temporada.

El cuadro azulgrana, que ya celebró el título de la liga española hace dos semanas, tiene la posibilidad de firmar una campaña de ensueño si el próximo 6 de junio gana también a la Juventus por la final de la Liga de Campeones en Berlín, lo que le supondría el segundo triplete de su historia.

Gracias al gol de película de Messi, quien se deshizo de cuatro rivales y batió al arquero de tiro potente y ajustado a los 20 minutos, más otro tanto de Neymar a los 37 y nuevo gol del astro argentino a los 74, el Barsa se llevó el triunfo ante el Athletic en su propio estadio Camp Nou, aunque con mayoría de aficionados vascos en la grada que apenas pudieron celebrar el tardío gol de Iñaki Williams (80).

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El cuadro catalán logró así festejar múltiples grandes títulos por primera vez desde la campaña 2010-11, cuando levantó la liga y la Champions bajo la dirección de Pep Guardiola. En la primera campaña del técnico catalán, en 2008-09, los “culés” consiguieron también el único triplete hasta la fecha para un equipo español.

El Athletic, 23 veces ganador de la copa, saboreó su última coronación en 1984, cuando venció precisamente al equipo azulgrana. Tres décadas después, no consiguió recortar la distancia en el palmarés con el Barsa, que mejoró su récord absoluto con su tercera copa de las últimas siete ediciones, la primera bajo el timón de Luis Enrique.

Fue la tercera final consecutiva ganada al club bilbaíno, que también se quedó a las puertas de la gloria en 2009 y 2012, perdiendo en ambas ocasiones por 4-1 y 3-0 ante los barcelonistas. En todas marcó Messi, quien está a dos finales del récord de cinco con gol de Telmo Zarra y, tras la conquista de su tercera copa, aspira a sumar dentro de una semana su 23er título con el Barsa.

En esta ocasión, el conjunto de Ernesto Valverde cayó rendido ante el ilimitado potencial de “La Pulga”, quien exhibió nuevamente su poderío y anotó su 57mo gol de la temporada de forma majestuosa, también a modo de advertencia a la Juventus, antes de engordar la cuota a 58 en 56 cotejos.

Ubicado inicialmente en la banda derecha, el astro rosarino dedicó los primeros 19 minutos a detectar y medir las ranuras por donde infiltrarse en la poblada defensa del Athletic, que apenas logró cruzar el mediocampo en la primera mitad, limitando sus arribos a una volea elevada del voluntarioso Williams.

Messi retrasó poco a poco su posición para ensanchar el terreno y ampliar su perspectiva, lanzando una diagonal que acabó en gol mal anulado a Neymar por fuera de juego, y contemplando un remate de Luis Suárez que repelió Iago Herrerín.

Desde esa posición escorada, junto al banquillo del Barsa y rodeado por tres contrarios, el rosarino arrancó su nuevo golazo para la videoteca, que incluyó toques con ambas piernas, cambios de velocidad y dirección, un último regate a Aymeric Laporte en el área para perfilar la zurda y zapatazo autoritario junto al poste más cercano al arquero, mero adorno en la estirada.

El tanto, digno del cuatro veces ganador del Balón de Oro, desató la euforia entre los minoritarios seguidores “culés” y los compañeros de Messi, que se animaron con un asalto salvaje sobre el arco Herrerín, firme en intervenciones consecutivas sobre Piqué y Neymar, quien también malogró un excelente servicio de Dani Alves.

Incapaz de salir de la cueva tras el destello individual de Messi, el Athletic encajó el segundo tanto en jugada colectiva con participación del rosarino, quien combinó con Ivan Rakitic para que el croata lanzara a Suárez, generoso en la asistencia al desatendido Neymar.

Los bilbaínos alcanzaron el descanso descompuestos y con cierto alivio, después de que Herrerín evitara el tercero en tiro libre directo de Messi, y mejoraron algo en la reanudación.

Pero no lograron evitar que el Barsa, bajo la batuta del ingresado Xavi Hernández, gobernara la segunda mitad hasta añadir el tercero, nuevamente por vía de Messi, punto final de un cruce de 

Alves tras profundización de Neymar.

Al Athletic le quedaba el aliento de los suyos y la fuerza de Williams, quien se elevó más que nadie para cabecear el tanto del honor en un centro medido de Ibai Gómez.

El desenlace fue tenso, con discusiones entre los rojiblancos y un provocador Neymar, pero feliz para el Barsa y Messi, que mantienen viva la llama por el triplete.