MADRID — Lionel Messi encontró consuelo en la Copa del Rey. 

De la mano de una magistral exhibición del genio argentino, el Barcelona conquistó el sábado el título de la Copa del Rey al vencer 3-1 al Alavés, en el último partido de Luis Enrique como técnico del club azulgrana. 

Messi adelantó al Barcelona a la media hora, mientras que Neymar y Paco Alcácer remecieron las redes poco antes del descanso. 

Los catalanes se alzaron con la Copa del Rey por 29na ocasión, consolidándose como el más laureado en la historia del torneo. 

Se trata de una celebración que maquilla la amargura de quedar segundos en la Liga de España, detrás del acérrimo rival Real Madrid, además de caer eliminados en los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa. 

La consagración copera permite a Luis Enrique despedir su ciclo de tres años con un último trofeo — su noveno de 13 posibles desde asumir las riendas del equipo previo a la temporada de 2014-15. 

También fue el último partido oficial en el estadio Vicente Calderón, el feudo del Atlético de Madrid que será demolido para dar paso a la construcción de un complejo urbanístico. El Atlético se mudará a una nueva cancha a partir del próximo curso. 

El único gol del Alavés fue mediante un magistral cobro de tiro libre del lateral Theo Hernández, un jugador del Atlético cedido a préstamo al Alavés. 

Barcelona se convirtió en el primer equipo desde inicios de la década de 1950 que se proclama campeón del torneo de copa en tres ediciones seguidas.