KAZÁN, Rusia— Hace cuatro años, Daniel Quiroga se juntó con otro par de aficionados colombianos, tomaron cada uno una motocicleta y viajaron desde Colombia hasta Brasil para respaldar a su selección en la pasada Copa del Mundo.

De vuelta al país, Quiroga, un hermano y un amigo se plantearon la idea de hacer lo mismo en Rusia, pero en bicicleta y partiendo de algún país europeo.

Comerciante bogotano de 43 años, Quiroga quedó al final solo en la ambiciosa aventura. Sus dos anteriores compañeros desistieron de sumarse a la aventura.

“Después de Brasil, nos preguntamos por qué no hacemos algo más duro, más significativo”, dijo Quiroga a The Associated Press. “Lamentablemente no me pudieron acompañar”.

Sin embargo, Quiroga logró lo que se había propuesto: recorrió en bicicleta siete países europeos y más 5,000 kilómetros para llegar a tierra rusa. La bicicleta “todoterreno” la había transportado en un viaje de avión desde Colombia a Portugal y desde ahí comenzó a pedalear el 4 de abril para llegar a Moscú, luego de dos meses de periplo.

Al llegar a la capital rusa, abordó un tren y logró llegar a Kazán para estar el 13 de junio en el primer entrenamiento de su selección con miras al Mundial. Ese día Quiroga se juntó con otros compatriotas para alentar a los jugadores y entonaron dos canciones escritas alusivas a la participación colombiana en el torneo y en las que corean a los astros Radamel Falcao y James Rodríguez.

Colombia es un país que se destaca en el ciclismo, pero Quiroga afirma que no es un deportista ni pedalista profesional. Sencillamente piensa que este tipo de gestos arriesgados vale la pena porque el fútbol y la selección acercan a todos los colombianos.

“Más que un partido de fútbol, esto nos une como nación”, destacó. “Todos somos iguales”.

Quiroga dijo que cruzó territorio de Portugal, España, Francia, Alemania, Polonia, Lituania y Letonia — estima que la distancia fue de unos 5,360 kilómetros — antes de llegar a suelo ruso. Agregó que recorría entre 100 a 120 kilómetros cada día, tras lo cual buscaba un hotel o lugar para guarnecerse. Sólo mencionó la mala experiencia que representó el día en que fue a orinar a orillas de unos pastizales en Francia y quedó con la piel picada.

Dijo que tomó vitaminas para que le dieran energías y poder aguantar el largo pedaleo, del que da cuenta en su página de Facebook.

En el día del entrenamiento lució una camiseta amarilla de la selección colombiana y con las firmas y nombres de sus familiares. En Kazán sumó el autógrafo del ex jugador del equipo nacional Iván René Valenciano, ahora comentarista.

“Esos autógrafos eran para que me dieran más energías”, comentó riendo.