Irán no deja de soñar con la clasificación para los octavos de final. Claro, que para ello debe derrotar esta tarde a Portugal, que tiene a Cristiano Ronaldo como figura principal y gran goleador.

En la noche previa al trascendente encuentro, los fanáticos iraníes fueron hasta la puerta del hotel donde se encontraba el rival, en Saransk, Rusia con un objetivo: entorpecer su descanso.

Tal era el ruido que hicieron, con vuvuzelas incluidas, que motivaron que el propio Cristiano Ronaldo, educadamente, se arrimara hasta uno de los ventanales para pedirles que los dejaran dormir. Educadamente, sin agresiones.

La Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) solicitó un refuerzo del dispositivo policial desplegado en los alrededores del hotel, que fue clave para conseguir restablecer la calma pasada la medianoche rusa, según AFP.

Portugal y España encabezan el Grupo B, con 4 puntos, seguidos por Irán, con 3, mientras que Marruecos, sin puntos, ya está eliminado y será el adversario de los españoles.