BERLÍN — Un ruso-alemán de 28 años de edad solicitó un préstamo de cinco cifras para apostar que las acciones del Borussia Dortmund perderían valor, y posteriormente atacó con explosivos el autobús del equipo en un atentado que intentó hacer pasar como un acto terrorismo islámico. El plan del sospechoso era embolsarse millones de dólares, de acuerdo con las autoridades alemanas.

El sospechoso, identificado únicamente como Sergej W. bajo las leyes alemanas de privacidad, fue arrestado la mañana del viernes por un equipo táctico de la policía en la ciudad de Tuebingen, en el suroeste del país, afirmaron fiscales federales.

"Trabajamos con la hipótesis de que el sospechoso es responsable del ataque contra el autobús del Borussia Dortmund", dijo la portavoz de la fiscalía Frauke Koehler, en una conferencia de prensa.

Koehler dijo que el hombre llamó la atención de los investigadores al realizar "adquisiciones sospechosas" de acciones del Borussia Dortmund, el único equipo de la Bundesliga que opera en la Bolsa de Valores, el mismo día de los atentados del 11 de abril.

El sospechoso solicitó un préstamo de "varias decenas de miles de euros" días previos al incidente y luego adquirió un gran número de las llamadas opciones de venta, apostando por una caída en el precio de las acciones del Dortmund, indicó la vocera.

"Podría haberse esperado un descenso significativo en el precio de las acciones si un jugador hubiera sufrido lesiones graves o muerto como resultado del ataque", indicó la fiscalía, aunque Koehler resaltó que aún se calcula la cifra precisa de ganancias a las que aspiraba el sospechoso.

El sospechoso confiaba ganar millones de euros, explicó Ralf Jaeger, máximo responsable de seguridad en el estado de Renania del Norte-Westfalia.

"El hombre parece haber querido cometer un asesinato por codicia", añadió Jaeger.

Los investigadores encontraron notas en el lugar reclamando la autoría del ataque en nombre de extremistas islámicos, lo que el ministro del Interior de Alemania, Thomas de Maiziera, definió como "una forma particularmente infame de jugar con el temor de las personas".

Señaló que el sospechoso fue vigilado de cerca durante casi una semana y que había una cantidad importante de evidencia en su contra.

"El hecho de que alguien quisiera enriquecerse matando personas para influenciar el mercado accionario es particularmente reprochable", subrayó.

La fiscalía dijo haber logrado rastrear la computadora empleada para comprar las acciones hasta el lujoso hotel de Dortmund donde se alojaba el equipo. El sospechoso también reservó una habitación allí y colocó tres explosivos llenos de metralla en la ruta que tomaría el autobús del equipo hacia el estadio.

El sospechoso enfrenta cargos por intento de homicidio, causar una explosión y severos daños corporales. Compareció ante un juez que ordenó que se le mantuviera detenido una vez que evaluó la evidencia en su contra.

Koehler dijo que los investigadores creen que W. actuó sin ayuda, pero se seguirá indagando la posibilidad de posibles cómplices.