Landover - El FC Barcelona hizo este martes las delicias de miles de aficionados, muchos de ellos latinos, que se acercaron al estadio FedEx Field de Washington para ver su partido contra el Chelsea inglés, pese a la ausencia de sus dos estrellas más internacionales, Leo Messi y Neymar Jr.

Son muchos los aficionados al club catalán en la capital estadounidense, como prueba la siempre concurrida peña azulgrana "District of Culembia" (un juego de palabras con Distrito de Columbia, donde se ubica Washington) y el gran número de camisetas del equipo que es habitual ver por sus calles.

Así que ninguno quiso perderse la oportunidad de acercarse al estadio donde habitualmente juega el equipo local de fútbol americano y poder contemplar de cerca a sus ídolos, a quienes durante el resto del año no pueden seguir más que por televisión, pese al elevado precio de las entradas.

"No me importa que no estén Messi y Neymar. Ya sabía que no iban a estar cuando compré las entradas, pero me da igual. Yo lo que quería era ver un partido del Barcelona en persona y por fin lo he conseguido", explicó a Efe Rebeca Santana, una joven mexicana que asistió al campo junto a su pareja.

"Trato de no perderme ningún partido, aunque es difícil porque juegan a unas horas en las que a veces estoy trabajando", lamentó Santana en referencia a la diferencia horaria entre Europa y Estados Unidos, para admitir después que gran parte de su afición por el Barcelona no proviene de Messi o Neymar, sino del defensa Gerard Piqué.

Washington tiene más de un 10 % de población latina, en su mayoría proveniente de El Salvador, aunque también con gran presencia de hondureños, mexicanos y guatemaltecos, y entre esta comunidad prácticamente sólo existen dos opciones futbolísticas: FC Barcelona y Real Madrid.

El estadio, con capacidad para 79,000 espectadores, se llenó prácticamente, repartiéndose alrededor de mitad y mitad entre aficionados del Chelsea y del Barcelona, además de un nutrido grupo de simples "amantes del fútbol" que se dejaron ver con camisetas de terceros equipos como el Arsenal, el Celtic de Glasgow, el Real Madrid o el Borussia Dortmund.

Y es que no resulta fácil poder ver en Washington y sus cercanías fútbol de primer nivel como el que representaban esta noche dos equipos punteros en el fútbol mundial como el Chelsea y el Barcelona, por lo que la cita era casi obligada para todos aquellos amantes (que cada vez son más) de este deporte en el área de Washington.

"La verdad es que hace unos años no lo seguía, pero ahora cada vez me gusta más. Empecé con los partidos de la selección (de EE.UU.) y poco a poco me fui aficionando al fútbol europeo. Me encantan los Real Madrid - Barcelona", explicó a Efe David Gunsong, un padre de familia afroamericano que acudió al estadio junto a su hijo y su esposa.

"Es una lástima que no estén las estrellas, que falten Messi y Neymar. Mi hijo es muy fan de Messi, hasta tiene su camiseta y le hacía ilusión verle, pero bueno, estamos contentos porque esto es una fiesta", añadió Gunsong.

En la rueda de prensa posterior al partido, los entrenadores de ambos equipos, Luis Enrique y José Mourinho, se felicitaron por la buena acogida que les brindó el público estadounidense y se mostraron convencidos de que el fútbol está ganando adeptos en suelo yanqui.

"Los aficionados que disfrutan con lo que hacemos en el Barça son gente inteligente", bromeó Luis Enrique, "nos ha sorprendido ver cuántos fans han venido a esta gira, a los partidos, a las sesiones de entrenamiento...", admitió el técnico asturiano.

Pero el cada vez más consolidado aterrizaje del fútbol en EE.UU. no es un viaje en una sola dirección, sino que desde el país norteamericano también se pueden exportar novedades y mejoras por el momento sin gran presencia en los campos de juego europeos y latinoamericanos, como bien se encargó de hacer notar Mourinho.

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