La noticia de la cancelación del partido la Batalla de las Estrellas que se realizaría en el Los Ángeles Memorial Coliseum (LAMC) tomó por sorpresa a muchos, pero en especial a los fanáticos. Muchos de ellos no salían de su asombro, algunos porque habían esperado durante semanas el gran momento y otros porque se estaban enterando mientras llegaban al coliseo.

Algunos fanáticos se levantaron hoy con la noticia de la cancelación y de inmediato llegaron hasta la boletería del LAMC para exigir su dinero de vuelta.

Bobby Spratt, de 25 años, viajó desde Las Vegas en auto por cuatro horas y media para ver el partido, sin embargo, cuando llegó al coliseo se encontró con el letrero de que el juego estaba cancelado. “He is an asshole” respondió el joven de 25 años cuando le pedimos una reacción ante la cancelación del partido.

Por su parte, Esmeralda Ramos, expresó que su hijo estaba totalmente “triste” y “decepcionado” porque Messi “es su ídolo”. La mujer, que reside en Los Ángeles, compró boletos para sus hijos de 10 y 11 años y para su esposo.

Otro que llegó a buscar su dinero de vuelta fue Gary Smith, quien compró un boleto por $93 y que se enteró en la mañana a través de un periódico local sobre la cancelación. Smith ha visto jugar a Messi, a quien describió como un “walking God” en dos ocasiones y aseguró que antes de emitir un juicio sobre la cancelación del partido, prefería conocer lo que sucedió con los organizadores. Smith dijo que le gusta Messi como jugador y no por el tipo de persona que es.

Pero no todos piensan igual, Alfredo Salgado, de Moreno Valley, compró tres boletos de $50 para él, su esposa y su hijo de 13 años, quien se puso “muy triste, porque él quería ver a Messi”. “Yo me siento defraudado porque yo vengo desde allá (Moreno Valley), vine ayer, vine ahora, perdí dos días fuera para que mi hijo se quedara sin esto. Salgado dice que preferiría no ir a ningún otro partido del jugador, sin embargo, si es por su hijo accedería.

Las escenas en la boletería iban desde la sorpresa por la noticia hasta la indignación de quienes pagaron por sus boletos, cuyos precios iban desde los $25 hasta los $300.

El mal sabor de la cancelación del partido lo vivió Jediael Matos, el niño al que promotor Andrés Barco, de la compañía Live, invitó a ver jugar a su ídolo.