James Rodríguez garantiza que no pensará en una revancha cuando el Bayern Munich se enfrente a su ex equipo, el Real Madrid, en la semifinal de la Liga de Campeones del martes. 

El colombiano ayudó al Madrid a ganar dos Ligas de Campeones, dos Mundiales de Clubes y la liga española antes de salir a préstamo el año pasado ante la poca actividad con el técnico Zinedine Zidane. Rodríguez dijo que su principal enfoque es ayudar al Bayern a borrar una desventaja de 2-1 luego del juego de ida y avanzar a la final. 

El talentoso mediocampista dijo el lunes que espera ser bien recibido por los aficionados del Santiago Bernabéu, y no celebrará en caso de que anote, por respeto a los hinchas del Madrid. 

“Siempre es agradable volver a un lugar al que llamas hogar. Es una mezcla de buenos sentimientos”, dijo. “Me trataron bien aquí, gané mucho, y es una cuestión de respeto para todos aquí y el hecho de que era feliz aquí”. 

Zidane elogió constantemente a Rodríguez durante su estancia en Madrid, pero le dio pocas oportunidades como titular o entrando de cambio. 

““No tengo ningún resentimiento hacia Zidane. Solo quiero jugar semana tras semana. El Bayern puede llegar a la final. No hay nada en contra de Zidane o este club. Estoy agradecido con todos aquí. Solo quiero jugar bien para mi equipo”, comentó el jugador de 26 años. 

“Cuando tuve la oportunidad de jugar aquí siempre hice mi mejor esfuerzo. No creo que sea culpa de nadie, ya no estoy en Madrid. Las cosas suceden por muchas razones”, declaró. 

El Real Madrid le pagó al Mónaco, según reportes, 80 millones de dólares (alrededor de 100 millones de dólares actuales), después de que el colombiano acaparó reflectores con una destacada participación en el Mundial de Brasil 2014. 

Bayern tiene la opción de comprar a Rodríguez por 42 millones de euros (51 millones de dólares) una vez que expire su préstamo por dos años. 

“Mi presente es el Bayern. Estoy bien, estoy feliz y solo estoy pensando en estar aquí”, puntualizó.