“Ponte a estudiar, que el fútbol no te llevará a nada”.

Jorge “Georgie” Rivera escuchaba esas palabras, una y otra vez, cuando se dirigía al campo de juego para practicar. Sin embargo, nunca  se desalentó  y, por el contrario,  utilizó  esas expresiones para alimentar su  motivación.

Ahora, el joven  está viendo los frutos de los sacrificios como integrante del Puerto Rico Football Club (PRFC), conjunto que el próximo sábado  iniciará su participación en la North American Soccer League (NASL).

Rivera es uno de los rostros boricuas  del  club que estableció el enebeísta Carmelo Anthony. Su firma se dio luego que el joven impresionara con la Selección Nacional.

Rivera, Joseph “Jackie” Marrero y Héctor “Pito” Ramos son los tres boricuas firmados por el PRFC. Sin embargo, Rivera es el novato del grupo, pues tanto Marrero como Ramos ya tienen experiencia profesional en sus resumés.

“Me decían que estudiara porque en Puerto Rico (el fútbol) no deja, pero cuando es el sueño de un niño, uno siempre está ahí”, compartió Rivera, de 20 años, y quien se desempeña como mediocampista.

“No ha sido fácil porque a medida que uno va creciendo, aumentan las responsabilidades. El fútbol me ha dado muchas oportunidades y alegrías. Siempre he sido paciente y las cosas se han dado poco a poco. Nunca me desesperé y seguí trabajando”, dijo.

Rivera dio sus primero  pasos en Don Bosco, y de ahí pasó a jugar en Barbosa por varios años. También jugó en Quintana antes de pasar al Guayama FC en la   Liga Nacional de Fútbol de Puerto Rico.

“En Guyama fue cuando de verdad se comenzaron a abrir las puertas para  la Selección y el  PRFC”, agregó.

Rivera anticipó que su participación en el PRFC lo llevará hacia otras ligas como la  Major League Soccer (MSL) y, tal vez, en Europa. 

“Es la oportunidad perfecta para seguir creciendo como futbolista. Uno en la vida no puede ser conforme. Hay que querer más y no soy de esas personas que se conforma. Hay que seguir sumando en la vida”, indicó.  

A pesar de que Rivera nunca estuvo inclinado hacia a renunciar a sus aspiraciones, confesó que tuvo dudas sobre las posibilidades reales.

“De vez en cuando lo pensaba y me decía que a lo mejor la gente tenía la razón. Conocí a muchos futbolistas buenos que nunca salieron (de Puerto Rico). Pero nunca me quité, siempre estuve ahí, tuve el sueño, y he pensado que los sacrificios nunca son en vano. Ahora se me dio la oportunidad que personas no creían posible”, sostuvo.

Puerta hacia un mejor porvenir

El caso de Rivera no es muy distinto al de  aquellos jóvenes que provienen  de hogares  de pocos recursos, y  que miran hacia los deportes profesionales para lograr una mejor calidad de vida. 

Sin embargo, en lugar del   béisbol,  baloncesto  o  boxeo, Rivera escogió un deporte menos tradicional entre los puertorriqueños. 

“He tenido que trabajar el doble, y hasta ahora sigo haciéndolo porque los sacrificios siempre están. Seguiré trabajando para darle una mejor calidad de vida a mi mamá y a mi familia”, mencionó.

El paso más inmediato es tener una destacada actuación en el PRFC para que clubes de otras ligas muestren interés en sus servicios. 

Los jugadores jóvenes vienen acompañados de altas expectativas. ¿Cómo evitarás  defraudar?

“Estoy tranquilo. No necesito tener presión alguna. Creo que esto (jugar fútbol) es lo que sé hacer, siempre daré el máximo en el campo y voy a aportar mi granito de arena cuando sea necesario.

¿Es algo prematuro pensar en cuáles  otras ligas podrías jugar?

“El sueño es siempre seguir sumando. El fútbol te lleva a muchos sitios. Hoy uno está aquí y mañana puede estar en otro lugar. Mis metas es seguir sumando, las mismas de cualquier futbolista”.

Bajo el mandato de Anthony, estelar delantero de los Knicks de Nueva York, el Puerto Rico Football Club ha sido creado desde el suelo y en pocos días finalmente iniciará cuando reciba la visita del Indy Eleven. 

¿Cuánta presión se siente por ser el equipo de Carmelo Anthony? 

“No puedo hablar por los demás, pero de  mi parte se siente bastante porque Carmelo es un deportista que ha pasado por lo que todos hemos pasado. Sabe lo que es el sacrificio y las ganas de cumplir sus sueños”.

¿Cómo está el entusiasmo de tus compañeros?

El equipo está bien. Sí se sienten las ganas, en los entrenamientos cada día que pasa es mucha más la intensidad, hay más coraje, más unión. Creo que el equipo está ansioso y loco que llegue el día.  Los demás equipos (de la NASL) están en ventaja porque vienen acoplados, pero tenemos las confianza, el ritmo, la calidad y la fe de que el trabajo se puede hacer”.