“Me salvé porque me lesioné”.

Esas fueron las palabras de Alejandro Martinuccio, uno de los pocos jugadores del Chapecoense que hoy siguen con vida tras no haberse montada en el avión que se estrelló en la madrugada de hoy en Medellín, Colombia, con la mayoría de sus compañeros de equipo a bordo.

“Siento un profundo dolor por mis compañeros”, expresó Martinuccio, exjugador del Villarreal, según reseña el diario As.com de España.

Imágenes publicadas en twitter muestran a Martinuccio y a otros jugadores entre la incredulidad y el desconsuelo sentados en el camerino, algunos de ellos orando.