Conseguir un gol desde cierta distancia  es algo complicado, pues requiere suficiente destreza para patear el balón con la dirección y fuerza necesaria para superar al portero. 

Y cuando se trata de un portero gigantesco cuyo cuerpo cubre casi toda la portería, pues conseguir el gol se antoja como algo que para cualquiera roza en lo imposible... pero para el que mucho consideran el mejor futbolista del mundo, no luce gran cosa.

Así lo demostró Lionel Messi cuando enfrentó el reto de un programa japonés que le colocó frente a la portería un enorme portero inflable que además movía sus brazos y cubría también momentáneamente el poco espacio libre que dejaba a sus lados para poder anotar.

El punto para patear el balón fue colocado a 25 metros. 

Messi encaró el reto como si nada, con la sonrisa que suele llevar incluso cuando está en medio de importantes partidos. 

Apuntó primero a la derecha del gigante mecánico. Un primer intento... falló. En el segundo, calculó el tiempo y lo coló de forma perfecta junto al ángulo que conecta al poste y el travesaño. 

Luego enfiló al lado izquierdo del portero gigante. Disparo... gol. Justo entre el brazo y el zapatón. 

Finalmente, apuntó al minúsculo espacio entre las piernas del portero. Primer intento... cerca, pero chocó con el infable. Segundo intento... rebote perfecto para pasar por el pequeño espacio y conseguir el gol.

Parece que para Messi, si se trata de fútbol, cualquier reto es cosa fácil. 

Si quieres ver la técnica de este maestro en detalle, más abajo tienes el vídeo completo, en el que el portero termina desinflado por completo ante la humillante goleada.