El propósito no era otro que dar un buen espectáculo. En ese sentido, la Selección Nacional de fútbol y el New York City FC cumplieron la noche del viernes, al ofrecer un entretenido partido amistoso que terminó con victoria de 2-1 para el club estadounidense en el estadio Juan Ramón Loubriel de Bayamón. 

Fue un encuentro como lo querían los fanáticos: con múltiples oportunidades y con los estelares David Villa, Andrea Pirlo y Frank Lampard en terreno, aunque haya sido solo por los primeros 45 minutos. Incluso, la Selección Nacional llegó a rozar la victoria, pero dos goles boricuas fueron anulados en las postrimerías del partido. Finalmente, una diana en el tiempo añadido de Kwadwo Poku fue la diferencia.

"Contentos, porque ha sido un partido donde la gente se ha divertido, y vino bastante gente al estadio", dijo Villa luego del partido.  "Se ha conseguido el objetivo de que la gente disfrute. Para nosotros no era deportivamente importante porque estábamos de vacaciones, pero sí era importante ganar" abundó el ex delantero del Barcelona. 

Como un buen amistoso, no había mucho en juego. Los aficionados fueron para gozar de un buen espectáculo futbolero, y de cierta manera lo obtuvieron en la primera parte. Un total de 7,850 personas -pagando- asistieron al Loubriel, en su gran mayoría atraídos por la presencia de  Villa, Pirlo y Lampard. El italiano Pirlo, dos veces campeón de la Liga de Campeones de Europa y ganador de la Copa Mundial en el 2006, fue el más ovacionado. En el minuto dos cobró su primer tiro de esquina, y el público se puso de pie para aplaudir, gesto que el legendario futbolista respondió con un saludo. 

El NYCFC impuso su superioridad, la cual fue recompensada en el minuto 7 con un autogol de Cristian Arrieta. El más veterano del conjunto se llevó las manos a la cabeza, incrédulo por el error que cometió. El portero boricua Matt Sánchez brilló con un par de espectaculares atajadas en los minutos 11 y 14 y luego Lampard y Villa enviaron disparos al travesaño en los minutos 22 y 23, respectivamente. Puerto Rico, sencillamente, encontró la manera de mantenerse en el juego, aunque haya sido con un poco de suerte. 

El gran esfuerzo defensivo de la Selección fue premiado, y en el 39 Puerto Rico puso contra las cuerdas al NYCFC con múltiples oportunidades que pusieron a trabajar al arquero Josh Saunders. En el 41, un intento de Manolo Sánchez parecía destinado al fondo de la malla, pero Saunders sacó el balón para evitar el grito de gol del público boricua.

La primera mitad terminó 1-0 a favor del NYCFC, y con Puerto Rico sintiéndose bien. Para la segunda mitad, Pirlo, Lampard y Villa fueron sustituidos, lo que desinfló un poco la euforia en las gradas. El NYCFC, un equipo en plena temporada muerta, pareció quitar el pie del acelerador, pero no los boricuas. 

El codiciado empate llegó en el 66, de la misma manera que llegó el primer tanto: un autogol, esta vez de Jhon Kennedy Hurtado. El público boricua obtuvo la esperada celebración, y el encuentro se puso 1-1. 

En el 79, Puerto Rico creyó tener la delantera, pero un golazo de Pito Ramos de cabezazo fue anulado por posición adelantada. El público celebró en grande, creyendo haber tenido el 2-1, pero todo quedó en un "por poco". Igualmente, otro gol de Olvin Ortiz fue anulado en el 85. 

En los minutos finales, se anunció por los altoparlantes que el encuentro, si terminaba empate al finalizar los 90 minutos, se decidiría en una tanda de penales. Parecía un gran final para una noche de emociones, pero Poku se fue en escapada con el balón y batió a Sánchez para marcar el 2-1 en el tiempo añadido. 

Fue un balde de agua fría para los fanáticos, que habían gozado de lo lindo. 

El NYCFC ahora seguirá sus vacaciones de cara a la próxima temporada de la MLS, mientras que la Selección pone la mira en la Copa del Caribe.