Nueva York.- Las jugadoras de fútbol que ganaron el domingo el Mundial de Fútbol fueron recibidas hoy en Nueva York con un histórico desfile por el "cañón de los héroes", el primero jamás realizado por un equipo femenino, que desembocó en una emotiva ceremonia en el Ayuntamiento de la ciudad.

Con el mismo recorrido que hicieron personalidades como John F. Kennedy, Winston Churchill y Nelson Mandela o los grandes equipos de Nueva York, como los Giants de fútbol americano o los Yankees de béisbol, la selección estadounidense de fútbol femenino se dio un baño de masas desde Battery Park hasta el Ayuntamiento

Relacionadas

"Es un sueño hecho realidad ganar el mundial, pero este desfile ha sido uno de los mejores momentos de toda mi vida", aseguró Carli Lloyd, que marcó en apenas 16 minutos tres de los cinco goles que le anotaron a Japón en ese histórico 5-2 y dio a las vitrinas estadounidenses su tercera copa mundial, tras las conseguidas en 1991 (primer año que se disputó el torneo) y 1999.

"Seguiremos haciéndoos sentir orgullosos", prometió la jugadora, procedente de la vecina Nueva Jersey y nuevo ídolo patrio para toda una generación que, según el alcalde de Nueva York, Bill De Blasio, "le contará sus hijas y sus hijos de este equipo que hizo historia, que abrió nuestras mentes y nos unió".

Efectivamente, la gesta del equipo que entrena Jill Ellis es de las que se recuerdan y, desde que en 1886 se hizo el primer desfile de este tipo en Nueva York (para celebrar la Estatua de la Libertad), ningún equipo femenino había tenido este honor.

De hecho, solo dos deportistas femeninas lo habían hecho antes: en 1926 Gertrude Ederle, por ser la primera mujer en cruzar a nado el Canal de la Mancha, y en 1960 la medallista olímpica en patinaje artístico Carol Heiss.

"Toda la ciudad de Nueva York está celebrando su histórico triunfo y este original desfile es un reconocimiento muy merecido. Estas jóvenes son heroínas dentro y fuera del campo de fútbol. Una verdadera inspiración para mujeres de todas las edades y en todo el mundo", aseguró De Blasio en español al final del acto.

Su apoyo a este desfile, que comenzó a las 11 de la mañana, ha sido firme: en menos de una semana ha organizado un evento que ha costado 2 millones de dólares (de los que solo 450,000 eran de financiación privada) y que ha requerido un despliegue de 3.000 agentes de policía, así como el uso de dos toneladas de papel y confeti para lanzar a las "heroínas".

Esta feliz victoria ha supuesto, además, un momento de reconciliación con el gobernador del estado, Andrew Cuomo, quien tras los últimos desencuentros se sumó también a la causa y participó en el desfile a bordo de otra carroza.

Así, Cuomo anunció que esta noche la torre One World Trade Center, la más alta del continente americano, se iluminará con los colores de la bandera para honrar a las vencedoras.

"Estoy orgulloso de rendir homenaje a estas atletas ejemplares y mostrarles nuestro agradecimiento por sus logros internacionales", dijo el gobernador en un comunicado.

Tras el que es el desfile número 206 por el "cañón de los héroes", en el exterior del Ayuntamiento tuvo lugar una ceremonia ante 3.500 afortunados que habían ganado el sorteo para presenciar el homenaje de entre más de 12.000 solicitudes.

El homenaje alcanzó su momento álgido cuando De Blasio dio las llaves de la ciudad a todos los miembros del equipo.

"Esta victoria nos da un mensaje sobre el poder de las mujeres, sobre su fuerza, y nos lleva a crear una sociedad más igualitaria", aseguró el alcalde sobre esta victoria en un deporte que no cuenta con especial popularidad entre la población, pero que consiguió reunir a 26,7 millones de estadounidenses ante el televisor el domingo, más que para la final de la NBA o para los partidos de sus homólogos masculinos.

El presidente de la Liga de Fútbol de Estados Unidos, Don Garber, incidió en este punto y, tras destacar el papel de "referentes" que ahora tiene este equipo (conocidas como las "fifteeners", por haberse alzado con la copa en el año 2015), se dirigió al público y espetó: "Haceos fans, encended la televisión para ver el partido y llenad los estadios".

Finalmente, otra de las jugadoras, Abby Wambach, recordó, de hecho, que muchas de las ahora campeonas mundiales que se encontraban hoy en Nueva York habían empezado reivindicando la visibilidad del fútbol femenino con la campaña "She Believes" (ella cree).

"Todas las mujeres que están en este escenario creyeron y siguen creyendo. Creo que esa es la razón por la que ganamos, porque ninguna dejó de creer y vosotros tampoco debéis dejar de creer", concluyó.