La psicóloga brasileña Regina Brandão tuvo una difícil encomienda durante la pasada Copa Mundial FIFA como la encargada de la psicología del cuerpo técnico y los jugadores de la selección de su país que, además, era anfitriona del importante evento.

“(Luiz Felipe) Scolari necesitaba más ayuda que los jugadores”, dijo el jueves Brandão, entre broma y en serio, sobre el ex dirigente del equipo brasileño, durante su conferencia magistral del Quinto Congreso de la Sociedad Iberoamericana de Psicología Deportiva que se celebra en la Universidad Carlos Albizu, en San Juan.

En la conferencia, Brandão resumió las distintas investigaciones que ha llevado a cabo centradas principalmente en la psicología de los futbolistas y los factores de estrés que pueden resultar positivos o negativos según la cultura de cada jugador, entre otros temas de mucho interés. Luego de la conferencia, la doctora en psicología habló con Primera Hora sobre su labor con la selección brasileña de fútbol y sobre la importancia de la psicología deportiva en sus distintos niveles, como herramienta para crear mejores “entrenadores, gestores deportivos y jugadores”.

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Brandão explicó que formó parte del equipo brasileño que conquistó el Mundial de 2002, también bajo la dirección de Scolari, quien “quiso repetir la fórmula ganadora”.

¿Por qué fue una especie de escándalo que se anunciara que la selección de Brasil tenía una psicóloga, cuando debería ser algo común?

“En realidad, yo no estaba ahí todos los días. Una vez me quedé tres días, haciendo el perfil psicológico, antes del Mundial. Después regresé unas tres veces. Así que para mí fue interesante, porque yo tenía la visión ahí dentro, pero tenía la visión de allá afuera también.

Habló en la conferencia de los factores de estrés en los jugadores. En el caso del Mundial y del equipo brasileño, ¿era una presión adicional que se jugaba en Brasil, el país del fútbol?

“Es interesante porque como nosotros no participamos en los juegos eliminatorios, fue un grupo que no fue muy probado en máxima tensión, como ir a Argentina a jugar con los argentinos, ir a Chile, Perú, Uruguay, Paraguay… No había tenido muchas oportunidades de estar ahí y comprender este contexto: jugar en la casa, con 200 millones de habitantes que quieren que sean campeones, y además, tenemos el evento del ‘Maracanazo’, algo que pasó 64 años atrás y que todavía los periodistas continúan hablando de esto, y yo decía: ‘Esto es parte de la historia del seleccionado brasileño, pero no es parte de este seleccionado brasileño’. Entonces, teníamos un contexto de mucha presión por estar en casa y muchas historias que aumentan la presión”.

¿Cómo asimilaron los jugadores y el cuerpo técnico todo después del último partido?

“Es muy difícil, porque todo depende no solo del resultado en sí, sino la forma en que aconteció. Si llegábamos en cuarto lugar, pero perdíamos por 1-0 con Alemania, se acepta. Pero el 7-1 es más difícil de comprender. Y como nadie esperaba que fuera así, entonces recuperarse emocionalmente después de un shock como este es muy difícil, podría tomar meses, quizás años. Teníamos que recuperarnos en tres días para el juego contra Holanda (por el tercer lugar, que perdió Brasil por 3-0).

¿Cuánto afectó la lesión de Neymar a los demás jugadores psicológicamente?

Mucho, mucho. Yo creo que tuvimos cinco cosas que fueron muy difíciles para todos. Primero, que tenemos dos muertes de la familia de Scolari, durante el Mundial, su cuñado y su sobrino… Después tenemos la muerte del abuelo de Marcelo. Tres muertes importantes para personas que no podían llorar por sus muertos porque tenían que jugar por la noche. Entonces eso crea un ambiente emocional muy, muy difícil. Esos tres aspectos fueron muy importantes.

Los otros dos factores que minaron el desempeño de los brasileños en “su” Mundial fueron la lesión de Neymar, “nuestro goleador, nuestro jugador quizás más importante para el momento. Y después la tarjeta roja de Thiago (Silva, capitán del equipo)”, expresó Brandão.

Eso sí, la psicóloga opina que el grupo que jugó por su país en la Copa tenía, entre sus mejores atributos, que era muy unido.

“Era un equipo muy especial, internamente muy coheso (cohesionado, unido), eran todos muy amigos”, expresó la doctora brasileña.