BARCELONA, España — Real Madrid tiró la toalla en la lucha por el título de liga española y Cristiano Ronaldo provocó un incendio al lanzar fuertes críticas a sus compañeros el sábado tras la derrota 1-0 ante Atlético de Madrid en el derbi capitalino.

Atlético se impuso con un gol de Antoine Griezmann que dejó al equipo dirigido por el argentino Diego Simeone a cinco puntos del líder Barcelona, que tiene su partido pendiente por la 26ta fecha el domingo ante el Sevilla. El Madrid, en cambio, quedó con 54 unidades, y tanto jugadores como su técnico Zinedine Zidane dieron la liga por perdida.

Pifiado por la afición en los tramos finales, el Madrid jugó un pobre partido sobe la cancha y luego destiló considerable crispación ante la prensa, enfatizada en las explosivas declaraciones de su jugador-bandera.

"Me molesta que digan que Cristiano ha bajado el rendimiento y que por eso ha bajado el Madrid. Si todos estuvieran a mi nivel estábamos los primeros", soltó sin cortarse Cristiano. "No voy a menospreciar a nadie, pero si un equipo no juega con los mejores, es difícil ganar una competición larga".

"No es decir que Jesé, que Lucas no son buenos, son muy buenos, pero... es mi punto de vista", agregó el portugués, haciendo una reveladora pausa que delató su parecer.

Una vez confirmada la primera derrota de los "merengues" desde que Zinedine Zidane asumiera el timón hace nueve fechas, la pelea por el título ya se antojaba imposible, pero el propio entrenador se encargó de despejar cualquier atisbo de duda en el caldeado pospartido.

"Antes de que me preguntéis, la Liga está acabada. Diré que quedan partidos, que la temporada no está acabada", declaró Zidane, muy molesto con las prestaciones de sus futbolistas. "Contra el segundo hay que correr más, meter más la pierna, hacer más. Cuando juegas contra un rival que ha jugado el miércoles, no tienes que dejarle entrar en el partido, y ellos entraron".

El técnico francés fue victimizado por el 13er gol del torneo de su compatriota Griezmann, quien decantó algo más que la balanza a los 53 minutos, manteniendo vivo a un Atlético que venía de empatar el miércoles, 0-0 en cancha del PSV Eindhoven por la Liga de Campeones.

"No hay excusas (de cansancio). El equipo tiene jerarquía suficiente para jugar contra los grandes y hoy hemos vuelto a demostrar que queremos pelear allá arriba", dijo su capitán, Gabi Fernández. "Es muy difícil pillar al Barcelona, pero mientras sea posible seguiremos luchando por ello".

El Atlético exhibió de nuevo la defensa más férrea del torneo doméstico ante los aficionados del estadio Santiago Bernabéu, que no celebran un triunfo local en el clásico liguero desde 2012 y despidieron al plantel "merengue" con abucheos, pidiendo incluso la dimisión del presidente Florentino Pérez.

En otros partidos, el Espanyol ganó 4-2 en cancha del Sporting de Gijón, y el Celta de Vigo también se impuso a domicilio, 1-0 en Getafe.

La jornada sigue a continuación con los cotejos Betis-Rayo Vallecano y Real Sociedad-Málaga.

Los primeros 20 minutos en Madrid fueron de tanteo, con el Atlético expectante en su cancha, buscando cualquier oportunidad de hacer sangre al contragolpe, y los locales aletargando sus posesiones con un ritmo lento, sin posibilidad de conectar con Karim Benzema en punta de ataque.

Solo un cabezazo desviado de Raphael Varane en tiro de esquina amenazó el arco rojiblanco antes de la media hora, cuando finalmente apareció Cristiano, también a balón parado, para forzar la primera intervención de Jan Oblak con un tiro libre directo.

A partir de allí se estiró el Atlético, que empezó a alargar sus ataques y encontrando la inspiración de Griezmann, capaz de soltar un zurdazo envenenado que tapó de forma espectacular Keylor Navas, a mano cambiada.

El arquero costarricense estuvo también atento en un zapatazo escorado de Jorge Resurrección "Koke", después de que el volante se infiltrara en el área ante la falta de atención de la zaga madridista.

El descanso produjo el relevo del renqueante Benzema y una inmediata ocasión dorada para Cristiano, quien recibió solo en el área y disparó raso, junto al poste derecho de Oblak.

El público, nervioso por el resultado y el paulatino alejamiento del liderato, la tomó con el colombiano James Rodríguez, muy desacertado en sus escasas apariciones, y se armó de razones para el enfado con el tanto del Atlético.

Lo subió Griezmann en transición de manual por su simpleza: recuperaron el balón los rojiblancos, condujo el francés y aguantó hasta la apertura a Filipe Luis, quien devolvió para la definición rasa, esquinada e inalcanzable para Navas.

Navas mantuvo al cuadro local a distancia con otra excelente intervención en intento de globo de Ñiguez, pero Cristiano volvió a perdonar un remate franco y el Atlético gobernó con solvencia el tramo final, de amargo trago para el Madrid, y peor resaca.