En momentos en que se disputa el título de la Copa América en Suramérica y a pocos días de que inicie la Copa Oro de la Concacaf, los seguidores del fútbol boricua siguen soñando con ver a su Equipo Nacional competir en un torneo importante.

Recientemente, la Selección Sub-23 de fútbol masculino falló en su intento de clasificar a los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro, Brasil, al ser eliminada en la primera ronda del clasificatorio de la Unión Caribeña de Fútbol (CFU).

Y pese a contar con un grupo de jugadores talentosos y de futuro, la no clasificación contrastó drásticamente con el desempeño obtenido por el onceno femenino Sub-20, que la semana pasada adelantó de manera invicta a la segunda fase de las eliminatorias para el Campeonato Mundial de la categoría que se llevará a cabo en el 2016 en Papúa Nueva Guinea.

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Varias figuras consultadas por Primera Hora opinaron que esperaban más del equipo Sub-23 masculino, como el director de la Academia de Fútbol SPADI y ex secretario general de la Federación Puertorriqueña de Fútbol (FPF), Dariel Collazo.

“Pienso que fue lamentable porque sé que los jugadores se esforzaron, pero no creo que el proceso se llevó de la manera correcta. Por lo que yo vi, el equipo por ratos mostraba condiciones y en otros ratos no. En mi opinión, no estaban todos los jugadores que debieron estar y también faltó que se le diera continuidad al proceso”, indicó Collazo vía telefónica.

Dado el paso invicto de la Selección Sub-20 femenina por la primera ronda del clasificatorio al Mundial 2016 en Papúa Nueva Guinea, se le preguntó a Collazo si podríamos ver al equipo femenino llegar primero a un Mundial que el onceno de varones.

“El gap en el fútbol femenino es un poco más corto que en el masculino. De primera instancia, el Sub-20 femenino tuvo un grupo inicial bien cómodo y, en mi opinión, no debió haber permitido el (único) gol que permitió (en el último partido contra Antigua y Barbuda). Ahora que adelantaron de ronda, la competencia será un poco más fuerte, pero esa Selección Sub-20 tiene jugadoras interesantes. La base de ese equipo es parte del grupo que fue la Sub-17 que solo perdió un partido en la eliminatoria de hace dos años. Ese equipo tiene unos elementos interesantes, y si lo trabajan adecuadamente, deben obtener resultados interesantes y deben estar luchando la clasificación”, contestó Collazo.

El director técnico de los Conquistadores de Guaynabo y ex técnico de la Selección, Sergio Castro, se hizo eco a la opinión de Collazo de que esperaba más del equipo Sub-23.

“Creo que los refuerzos internacionales que trajeron no hicieron diferencia, y eso es algo fundamental. Vi a los jugadores Nugent (Cooper y Ray) que no conocía y, realmente, no están a la altura porque si vas a traer a dos o tres personas de afuera, lo que esperas es que sean mejores de lo que hay localmente, pero no fue así. Claro, el equipo sufrió varias lesiones, como la del capitán Emmanuel D’Andrea. Ahora hay que sacar lo positivo y seguirle sumando trabajo para mejorar en las próximas eliminatorias”, resaltó Castro

Viéndolo desde una perspectiva analítica, Castro opinó que Puerto Rico podría ver una Selección femenina competir primero en un Mundial antes que los varones, al igual que indicó Collazo.

“Pienso que sí, porque las chicas han llegado más lejos que los chicos, y eso no es de ahora, pues ya ha ocurrido en varias ocasiones. Internacionalmente estamos mejor en la rama femenina y hay que darles cariño para poder dar el último empujón, pues hay mucho talento y hay gente que está trabajando muy bien. Hace tres años estuvimos en Cuba a un paso de clasificar al Mundial y ahora les toca a ellas”, dijo Castro.

A juicio de Castro, el éxito cosechado por los equipos femeninos tiene su raíz en la influencia de la cultura estadounidense.

“En Estados Unidos, donde muchas de las jugadoras están activas a nivel colegial, se juega mucho más fútbol femenino que masculino. De hecho, las estadounidenses son candidatas fuertes para ganar el Mundial (jugarán la final el domingo en la Copa que se celebra en Canadá), y ya lo han hecho en otras ocasiones (1991 y 1999), mientras que el masculino no ha pasado de segunda ronda. Es una ventaja el hecho de que muchas jugadoras están activas en colegios de Estados Unidos y eso ayuda mucho a levantar el nivel. Y no solo eleva el nivel, sino que también eleva el rendimiento y el nivel de entrenamiento, pues hay muchas facilidades que no tenemos localmente”, recalcó Castro.