Río de Janeiro. Si los países de la región de Norte, Centroamérica y el Caribe quieren algún día acariciar la gloria de poder alzar una Copa Mundial, no queda de otra que invertir en el deporte.

Al menos así lo entiende el presidente de la Concacaf y vicepresidente de la FIFA, Jeffrey Webb, quien ha visto cómo su confederación ha gozado de un notable torneo en la Copa Mundial de Brasil. La Concacaf coló a Costa Rica en los cuartos de final, y los ticos buscarán hoy convertirse en el primer país de la región que avanza a unas semifinales de un Mundial cuando se enfrente contra Holanda.

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Estados Unidos y México cayeron en aguerridos partidos de octavos de final contra Bélgica y Holanda, respectivamente, mientras que Honduras fue el único de la región que no pasó de la fase de grupos.

Puerto Rico pertenece a la Concacaf y compitió en las clasificatorias mundialistas, pero no pudo salir de las eliminatorias del Caribe.  La Concacaf cuenta con 41 asociaciones, pero la mayoría (31) pertenecen a la Unión Caribeña de Fútbol.

“Tenemos que seguir desarrollando el deporte y continuar invirtiendo en el él”, expresó Webb en un aparte con este medio luego de una reciente conferencia de prensa. “Tenemos que continuar adaptando las mejores prácticas, y educando nuestros dirigentes, que son los que van a educar nuestros jugadores”, añadió.

Webb, quien asumió las riendas de la Concacaf en mayo de 2012 en relevo del polémico Jack Warner, apuntó a que la confederación tiene algunas ventajas competitivas que ayudan a que sus selecciones tengan más roce internacional.

“Jugamos un campeonato continental (Copa de Oro) cada dos años, mientras que en el resto del mundo juegan cada cuatro años. Para nosotros poder alcanzarlos (otra confederaciones), por eso jugamos partidos de competencia, en vez de amistosos. Creo que es bueno para la confederación y así continuará”, señaló Webb, natural de Islas Caimán.  

Las principales dos confederaciones de la FIFA –al menos en cuanto a resultados se refiere–, la UEFA (Europa) y la Conmebol (Sudamérica) celebran sus campeonatos continentales cada cuatros años.

El calendario de Concacaf, según adelantó Webb, luce lleno hasta el próximo Mundial de Rusia 2018. La próxima Copa de Oro se jugará en el 2015, y en el 2016 la Conmebol celebrará sus 100 años con la Copa Centenario, un torneo que se jugará en Estados Unidos con las diez selecciones sudamericanas y seis representantes de Concacaf.

En el 2017 se volverá a celebrar la Copa de Oro, y ese mismo año un representante de la Concacaf jugará en la Copa Confederaciones en Rusia.

Por otro lado, Webb dijo estar contento con la exposición que ha tenido la confederación en este Mundial, específicamente en Estados Unidos. El partido de Estados Unidos contra Portugal fue visto en ESPN por más de 18 millones de personas, mientras que el revés contra Bélgica en octavos de final contó con una audiencia de 16.5 millones, según informó la cadena. Esas cifras no incluyen oficinas, barras y restaurantes, por lo que el número podría ser mucho más alto.