En los Estados Unidos posiblemente no hay un deporte profesional que cuente con mayor cantidad de puertorriqueños activos como el hipismo. Quizás, por eso, Puerto Rico será representado este sábado en el Kentucky Derby por cinco boricuas.

Históricamente, la comunidad hípica local ha contado con destacados jinetes que han participado en la legendaria carrera que cumplirá su edición 140 con la participación de 20 purasangres de tres años de edad compitiendo por la mejor parte del premio de $2 millones.

Pero, más que la relevancia del premio, lo importante del Derby es decir presente por la mística que envuelve esta carrera que representa uno de los eventos deportivos de mayor trascendencia en Estados Unidos y en el mundo.

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Los jinetes Irad y José Luis Ortiz harán historia como la tercera pareja de hermanos que montarán juntos en la prueba. Será la primera vez en 30 años que esto se produce. Además, se convierten en los primeros hermanos latinos en lograrlo.

Irad estará sobre el lomo de Uncle Sigh, que se presenta al evento con etiqueta de sorpresa, mientras José Luis montará a Samraat, ganador en cinco de seis carreras y que luce con posibilidades reales de victoria.

John Velázquez, ganador de esta carrera en 2011 sobre Animal Kingdom, cumplirá su participación 14 en el clásico a bordo por primera vez de Intense Holiday.

Por su parte, el ex jinete y galopador Ezequiel Pérez y el mozo de cuadra Norbel Lebrón se combinan en el entrenamiento del ejemplar Danza. El hijo del semental Street Boss ganó el Arkansas Derby en tan solo su cuarta salida, en la que fue su primera participación en distancia larga.

“Me siento muy orgulloso de cuidar un caballo de esta calidad. Estamos trabajando duro y positivo. Tenemos mucha fe y créeme que espero que haga una gran carrera”, afirmó Lebrón, quien cuenta con 19 años de experiencia como mozo de cuadra, 11 de ellos en Puerto Rico, y quien forma parte de una comunidad de sobre 200 boricuas activos en plazas de jinetes, mozos de cuadra, galopadores o entrenadores en el hipismo estadounidense.

“El caballo, cuando galopa, parece como si estuviera flotando sobre la pista. Esta ha sido una experiencia incomparable con cualquier otra. He estado en carreras importantes y estar aquí es único”, añadió.

“Esta es la carrera más prestigiosa de Estados Unidos. Es lo más grande que puede vivir cualquier mozo de cuadra. Ganar esta carrera sería para mí lo más grande. Transformaría mi vida. Me sentiría orgulloso y muy afortunado. Serviría de ejemplo para muchos compañeros que trabajan en el hipódromo en Puerto Rico”, opinó Lebrón.

Por otro lado, Pérez confía en que Danza realizará una gran carrera este sábado.

“Se ha adaptado muy bien a Churchill Downs y ha estado trabajando excelente. Es un caballo que entre más distancia, más correrá. Reapareció después de seis meses para correr siete furlones y se cansó. Luego corrió en la milla y octavo en el Arkansas Derby y ganó”, explicó el ex jinete, que inició su carrera en Camarero en 2002.

“Esta es una experiencia inolvidable. Es diferente a otros hipódromos a los que he ido. Hay mucha presión porque hay mucha prensa pendiente porque es un caballo de esta magnitud, pero estoy muy contento y agradecido”, puntualizó Pérez.