El jinete puertorriqueño Irad Ortiz, Jr. resultó el gran ganador de la histórica Serie Hípica del Caribe ayer sábado en Gulfstream Park, al ganar tres de sus cinco montas, incluyendo la del Clásico Internacional del Caribe sobre el lomo da la potranca mexicana Jala Jala.

Ortiz, dos veces contendor al Premio Eclipse del hipismo estadounidense, primero como jinete aprendiz y luego como jockey de primera categoría, consiguió la victoria en la importante carrera de Grado I y bolsa de $300,000. Se trata de un evento que ni siquiera el miembro del Salón de la Fama, John Velázquez ha ganado, aunque lo sigue intentando.

Ortiz ganó tres montas frente a dos de Velázquez, quien montó en el Clásico Internacional del  Caribe del sábado a la venezolana La De Horacio. Ortiz también obtuvo un tercer lugar en la Copa Confraternidad.

Jala Jala se impuso al panameño Fray Angelico, a la mexicana Joyme y al triple coronado dominicano Inmenso. En esta prueba el ejemplar boricua Justiciero abrió el día como favorito en las apuestas pero no rindió como se esperaba. Después de la última curva intentó ganar terreno acercándose a un cuarto lugar, pero no pudo hacer más, quedando rezagado.                             

Antes de que corriera el Clásico, Ortiz y Velázquez habían dividido honores con dos triunfos cada uno. En total nueve jinetes boricuas estuvieron activos montando distintos ejemplares de la región en Gulfstream Park en Florida, primera vez que la serie hípica caribeña se celebra fuera de los países de la región.

Ortiz, ganador del prestigioso Belmont Stakes en 2016 (una de las gemas de la Triple Corona del hipismo estadounidense) abrió la Serie Hípica el sábado con una victoria sobre el lomo de la mexicana Jaguaryu en la Copa Dama del Caribe, y siguió con un primer lugar en la Copa Invitacional de Importados, con Coltimus Prime, de Panamá, en la antesala al plato fuerte de la velada.

Velázquez, por su lado, ganó en la Copa Confraternidad con el panameño El Tigre Mono y en la Copa Velocidad con el venezolano Master Supreme.

Una de las carreras más emocionantes fue la Copa Confraternidad. El ejemplar puertorriqueño Arquitecto dominaba la contienda al llegar a la última curva y mantenía la punta faltando pocos metros en la recta final, pero El Tigre Mono se le pasó pegado a la valla para darle a Panamá la victoria.

Para el panameño El Tigre Mono viene a ser su segunda victoria consecutiva en la serie hípica caribeña, luego de ganar en 2016 el Clásico Internacional del Caribe.

Los cuatro jinetes puertorriqueños activos en esta Copa Confraternidad llegaron en el dinero en las primeras cuatro posiciones. Mientras los dos ejemplares boricuas, Arquitecto y Don Carlos R, arribaron en el segundo y cuarto lugar, respectivamente.

Arquitecto, montado por Juan Carlos Díaz, terminó segundo, seguido por Igor, de México, que tuvo sobre el lomo a Irad Ortiz, Jr.  Mientras, Don Carlos R, conducido por Héctor Berríos, fue el cuarto.

La serie hípica caribeña abrió con la Copa Dama del Caribe, que se la llevó Jaguaryu, con Ortiz Jr. en los controles. Jaguaryu dominó abiertamente a la venezolana Gladiadora. Cigoña, de Panamá, y Esplendorosa, de Puerto Rico, arribaron tercera y cuarta, respectivamente. Esplendorosa estuvo montada por el boricua Edwin Castro.

Poco después, en la Copa Velocidad, Velázquez llevó al triunfo a Master Supreme sobre Forze Mau, de Venezuela, Justiciero, de México, y Atenea, de Ecuador.

En el preámbulo al Clásico del Caribe, Coltimus Prime se impuso en la Copa Invitacional de Importados, prueba en la que el ejemplar que hace campaña en Puerto Rico, Mishegas, salía de favorito.  Mishegas, montado por Edgard Zayas, quedó tercero. El Kurdo fue segundo.