Con la muerte de Mateo Matos, anteanoche, posiblemente la figura más emblemática del hipismo puertorriqueño, toma un nuevo auge la ya celebrada leyenda que este hizo junto al caballo Camarero, al que el recién fallecido ex jinete llevó a establecer la marca mundial de victorias consecutivas para un purasangre.

Matos, una de las figuras de mayor importancia en la historia del hipismo en Puerto Rico, siempre será recordado por su humildad, honestidad y responsabilidad para con su profesión. Gracias a esas virtudes logró convertirse en lo que todo atleta desea ser: un ídolo.

Su primera monta oficial como jinete fue sobre el ejemplar Centauro en 1943, propiedad de Julio Aybar y entrenado por Deogracias Cordero.

“Esa primera vez que monté estaba bien asustado. Arrancábamos desde unos cajones y cuando el juez de salidas pegó el grito para arrancar, nos fuimos y se formó tremendo polvorín en la pista. Yo no sabía por dónde iba, además estaba bien nervioso. Creo que llegué fuera del dinero”, recordó Matos en una entrevista que le realizamos en 1999.

“Cuando salí del hipódromo para mi casa, me quedé pensando en lo que había pasado y me acobardé. Pensé en quitarme”, recordó.

Matos se hizo jinete en contra de la voluntad de sus padres. Antes de probar en esa difícil profesión, fue aprendiz de mecánica, pero su pasión era el hipismo. Mantuvo en secreto su incursión en este deporte, hasta que decidió no probar por segunda ocasión y le dijo la verdad a su progenitora.

“Mi madre siempre me decía que yo sería jinete después de que ella muriera y mi papá decía que si me cogía en el hipódromo, me daría una pela. Ese día le conté a la vieja lo que pasaba y que no volvería a montar. Ella me dijo que si me iba a retirar, que por lo menos esperara a ganar una carrera. Gané mi primera carrera, pero me quedé montando”, continuó Matos.

El 1 de marzo de 1944, Matos logró su primera victoria con el ejemplar Gongo. Ese año consiguió 17 triunfos.

Hasta el 11 de junio de 1958, Matos había ganado 1,360 carreras, 49 de ellas en eventos clásicos. También fue líder en la estadística entre los jinetes en ocho ocasiones. Luego, en 1961 decidió retirarse de su profesión, a sus 38 años de edad, principalmente por problemas para mantener un peso adecuado para montar.

Fueron varias las situaciones importantes que se produjeron con este excepcional ser humano. Fue el jinete del campeón nativo Camarero, en la ocasión en que este impuso una nueva marca mundial de 56 victorias consecutivas, sin empates y de forma invicta. Esa gesta es aún hoy en día marca mundial reconocida por el libro de récords mundiales Guinness.

Fue precisamente con Camarero, que Matos alcanzó gran popularidad, cubriendo los titulares de varios importantes periódicos a nivel internacional, ante el logro de tal hazaña, que colocó a Puerto Rico en el mapa del hipismo mundial.