En las recientes ediciones del Kentucky Derby este evento no se había presentado con tanto nivel de competencia como el de esta tarde, cuando participarán 20 tresañeros en busca de dar el primer paso hacia la posibilidad de convertirse en ganador de la Triple Corona del hipismo norteamericano.

La prueba, en su edición 143, será a la distancia de milla y cuarto y con premio de $2 millones. Tiene como elemento principal que ninguno de los participantes ha demostrado ser dominante a lo largo de los pasados seis meses desde la celebración del Breeders’ Cup Juvenile el pasado 5 de noviembre.

En esa prueba se impuso Classic Empire por escasamente el pescuezo de ventaja. Luego de esa participación, el hijo del semental Pioneerof The Nile sólo hizo dos presentaciones este año terminando tercero en el Holy Bull Stakes el 4 de febrero y luego se impuso en el Arkansas Derby el 15 de abril.

Tras esas actuaciones, el entrenado por Mark Casse ha sido colocado como favorito del llamado morning line, con gabela de cuatro por uno, pero seguido por Always Dreaming y McCraken ambos cinco por uno. Tal situación no obliga a que en las apuestas finalmente se jueguen de esa manera. Esa proyección sólo brinda una idea de la oportunidad de los ejemplares basada en el criterio del veterano analista hípico Mike Battaglia.

El Kentucky Derby es una carrera muy complicada por su posible desarrollo para cualquiera de los participantes. En ese sentido, la posición de salida juega un papel muy importante ya que una mala partida puede ser perjudicial, especialmente para velocistas.

En este tipo de evento, con tantos ejemplares compitiendo, evitar problemas de tráfico durante la primera mitad de la prueba se convierte en una obligación para todos los jinetes. Prácticamente el corredor que menos contratiempos tenga en ese sentido es el que mejor oportunidad tendrá de presentarse fuerte y con oportunidad en la recta final.

En el caso de Classic Empire, que será montado por el francés Julien Leparoux, su estilo de correr colocado cerca del paso le obliga a una buena salida. Lo mismo aplica para Always Dreaming, con el que el jinete boricua John Velázquez busca su segundo triunfo en esta carrera.

Classic Empire cuadra de la posición 14, más afuera del centro del grupo, lo que pudiera serle de gran ayuda contrario a la posición de Always Dreaming, que va del número cinco, lo que le llevará a estar obligado a arrancar perfecto para buscar la mejor ubicación posible en los primeros 400 metros.

Por su parte, McCraken, que será montado por Brian Hernández, Jr., saldrá del puesto 15, pero a éste la salida no debe ser un gran problema por su estilo de correr fuera del paso, por lo que debe ir ubicado a mitad del lote.

Del resto de los competidores sobresalen ejemplares que merecen estar presente en la prueba gracias a sus actuaciones durante los primeros cuatro meses de este año. Girvin, ganador del Louisiana Derby, Gormley, que se impuso en el Santa Anita Derby, Irap, que dominó el Blue Grass Stakes, Irish War Cry, que ganó el Wood Memorial y Gunnevera, que viene de perder el Florida Derby ante Always Dreaming, son rivales de mucha consideración.

En el caso de Gunnevera, éste hijo de Dialed In, es propiedad del Peacock Racing Stables y entrenado por el venezolano Antonio Sano. Hizo campaña mayormente en Gulfstream Park, Miami, donde fue dominante. Será montado esta tarde por el también venezolano Javier Castellano.

También participará el ejemplar Thunder Snow, que nunca ha competido en carreras en Estados Unidos. Viene de ganar el Derby de los Emiratos Árabes el 25 de marzo con la monta del veterano Christophe Soumillon y es entrenado por Saeed bin Suroor para el Godolphin Racing, uno de los establos más poderosos del mundo.

Otros corredores en el Kentucky Derby serán Sonneteer, Untrapped, Looking At Lee, Practical Joke, J Boys Echo, State Of Honor, Tapwrit, Hence, Fast And Accurate, Patch y Battle Of Midway.