A la verdad que ese eslogan del Sueño Americano o el American Dream, como lo llaman en el lado anglosajón del continente, es algo maravilloso. Según la teoría del mismo, en este lado del planeta hay mil oportunidades para todos. Es decir, el pobre puede soñar y llegar a ser rico, el perseguido puede encontrar una vida en libertad y el aspirante a la profesión que sea puede encontrar el camino y la forma de alcanzar su meta si trabaja duro y se esfuerza.

Bueno, ciertamente todos sabemos que en teoría es más bonito que en la práctica. Pero definitivamente siempre aparecen uno que otro testimonio que atestiguan que sí se puede vivir el Sueño Americano.

Uno de esos lo conocí ayer. Y se trata de la otorgación de una beca completa por cuatro años valorada en $100,000 para el joven puertorriqueño Luis Murphy, hijo, para que estudie en la prestigiosa Universidad de Kansas mientras se desarrolla también en una disciplina deportiva que hasta ayer yo desconocía que era meritoria de becas académicas. El joven de 18 años, oriundo de Ponce pero más recientemente residente de Chicago, fue becado para ejercer deportivamente el rol de caddie para el equipo de golf de dicha institución.

Los caddies en el golf, por si usted no conoce mucho del deporte, son las personas que están al lado de un jugador durante su travesía por los 18 hoyos y quienes están a cargo de cargar los palos pero más que eso de ayudar al atleta que compite a elegir con cuál palo pegarle a una bola y escoger que estrategia seguir al momento del ataque.

Luis Murphy, padre, quien labora por años para la promotora deportiva MB Sports y quien más recientemente mantiene varios programas televisivos en Wapa 2, contó que las becas existen gracias a un fondo que fundó el fenecido golfista Charles ‘Chick’ Evans (1890-1979), quien creó la iniciativa para dar oportunidad a caddies destacados, con buenas notas en escuela superior para forjar carreras en esta disciplina.

Y me atrevo a decir que su hijo será el primer boricua en ganar esa beca. Increíble oportunidad que les cuento porque hace 12 años atrás, cuando el ahora jovencito solo tenía seis años fue protagonista de un reportaje que hice para una sección de futuras estrellas del deporte en El Nuevo Día. Y por lo visto lo será en rol de caddie.