El vallista Javier Culson llegó al filo de la medianoche de Río de Janeiro, Brasil, en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín y fue recibido por un nutrido grupo de personas.

“Eso es”, “nuestro campeón”, “yo soy boricua”, eran, según se desprende de mensajes en las redes sociales de NotiUno, algunos de los gritos de los aficionados que recibió al abanderado de Puerto Rico en los Juegos Olímpicos de 2012, y medallista de bronce en esa justa.

Un sonriente Culson lucía emocionado ante el recibimiento. “Wow, no me esperaba esto, de verdad agradezco a mi gente la solidaridad. Me he sentado a leer cada una de las palabras bonitas que me han dedicado así que, bien contento”, expresó a NotiUno.

El medallista olímpico en 2012, que se quedó corto en sus aspiraciones de revalidar en el podio en Río de Janeiro tras una inesperada descalificación por falsa salida, recibió con besos y abrazos a su esposa, su hija y a su madre.

“Este es el motor”, dijo apretando a su chiquilla. Tras el revés olímpico, Culson expresó que solo deseaba llegar al lado su familia. “En lo más difícil, la familia está ahí siempre, en Río no tuve ese apoyo ahí pero gracias Dios ya estoy aquí”.

Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que regrese a una justa olímpica para Tokio 2020, Culson todavía sonriente respondió con un “no sé”.