El fiscal José Acevedo citó para mañana, martes, a José Nieves Pagán, el hombre de 57 años que el sábado al mediodía impactó con su guagua Hummer el vehículo en que viajaba el baloncelista Andrés ‘Corky’ Ortiz Colón, choque que le costó la vida al atleta.

El choque también dejó en estado crítico al hijo de Ortiz Colón, Alexander Ortiz Vázquez, quien se debate entre la vida y la muerte en el Hospital Pediátrico, del Centro Médico.

La citación fue confirmada esta tarde por el comandante Jorge Hernández Peña, director del Negociado del Tránsito, quien alegó que no podía brindar información adicional sobre el sospechoso porque el fiscal Acevedo ordenó esta mañana que no se hicieran expresiones públicas adicionales del caso.

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El fiscal se entrevistaría hoy, lunes, con el agente investigador del caso, Pedro Vega. Hernández Peña indicó a este medio que los vehículos ocupados en el choque aún no han sido inspeccionados por la Administración de Servicios Generales.

Ortiz Colón, quien pertenecía a los Indios de Mayagüez en el Baloncesto Superior Nacional (BSN), conducía un auto Nissan Versa acompañado por su hijo y su novia, la voleibolista Darangelyss Yantín Luberza.

El vehículo fue impactado de frente por una guagua Hummer manejada por Nieves Pagán, quien los chocó de frente en la autopista José de Diego, poco antes de la salida 75-A, en jurisdicción de Arecibo.

Con el impacto, Ortiz Colón, de 28 años, murió al instante, mientras su hijo fue llevado crítico al Centro Médico. El menor se encuentra en una unidad especializada del hospital pediátrico.

Mientras, Yantín Luberza, sufrió heridas leves, y fue llevada a un hospital del área de Arecibo.

En un tercer automóvil involucrado en la colisión, una guagua Suzuki Vitara color azul, viajaba Yesenia Colón Báez, de 37 años, quien resultó con heridas leves, al igual que sus hijos Yadiel y Andrés Vasco Colón, de 10 y 14 años.

Nieves Pagán, pensionado y con domicilio en el barrio Hato Arriba en Arecibo, resultó ileso, y arrojó resultados negativos en la prueba de alcohol. 

La guagua es de su propiedad y tenía todos los documentos al día.

De la investigación se desprende que el hombre manejó “varios” hectómetros por el área verde antes de invadir los carriles contrarios. 

No hizo expresiones luego de que se le leyeran las advertencias de ley, por lo que sigue siendo un misterio por qué cruzó la isleta central que divide el expreso para invadir el carril por donde viajaban los afectados.

Agentes de la División de Tránsito de Arecibo tomarán declaraciones juradas a los sobrevivientes durante la semana.