Austin, Texas — El comisionado de la NFL Roger Goodell, quien ha sido blanco de una ola de críticas por una serie de casos de violencia doméstica que involucran a jugadores, visitó el sábado las oficinas de un centro que brinda atención telefónica a víctimas de este problema.

“Estamos haciendo el trabajo, podría decirse”, fue lo único que dijo Goodell cuando llegó, junto con varios dirigentes de la liga, a las oficinas generales de la National Domestic Violence Hotline.

En el edificio, ubicado en un suburbio de Austin, no hay ningún letrero que lo identifique como sede del centro de atención telefónica.

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Goodell, quien tenía previsto sostener una conversación privada de un par de horas, saludó brevemente a las cámaras cuando descendió de su limusina.

El comisionado y la liga han enfrentado cuestionamientos por la forma en que manejaron la reciente suspensión del corredor de los Ravens de Baltimore, Ray Rice, quien derribó de un puñetazo a Janay Palmer, su entonces prometida y actual esposa, en un ascensor.

Asimismo, surgieron críticas a la liga por no actuar de manera pronta o severa ante otros casos de violencia doméstica. El propio Goodell ha reconocido que no manejó adecuadamente el caso de Rice.

Goodell dijo que fue invitado a las oficinas del centro de atención, pero no dio más detalles al entrar por la puerta. Recientemente, la NFL anunció un plan para donar millones de dólares anuales a la línea telefónica y a otras organizaciones que buscan prevenir la violencia doméstica.

Esta semana, el comisionado se reunió con 11 ex jugadores, quienes le dijeron que la liga debía actuar de inmediato cuando se acusa a alguien de violencia doméstica.

La línea telefónica, abierta en 1996, recibe alrededor del 70% de su presupuesto del gobierno federal, y el resto de donaciones privadas.

Funcionarios del centro de atención se negaron a hacer declaraciones antes de la visita de Goodell. La página Web del centro señala que, hasta 2013, había ayudado a más de 3.4 millones de personas.