Con una vigilia por la paz, el Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR) celebró el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz.  

En la plazoleta de la Casa Olímpica se congregó un centenar de personas entre atletas, entrenadores, directores federativos, representantes de organizaciones comunitarias y público en general que respondieron al llamado del COPUR.

Mensajes positivos y de paz fueron ofrecidos por varias de los atletas portavoces de la campaña Tregua Olímpica como Mónica Puig, Beverly Ramos y Kiria Tapia.  

“El deporte nos da felicidad, nos da paz.  Cuando estoy en la cancha todo lo malo que puede ocurrir a mi alrededor desaparece”, expresó Mónica Puig.

“Parecemos pocos aquí.  Pero realmente somos muchos.  Porque cada uno de nosotros siembra un granito de paz y se va multiplicando”, puntualizó por su parte Kiria Tapia.

Mientras, Beverly Ramos dijo que “el deporte es vida… Es una herramienta que nos ayuda a mantenernos unidos como pueblo”.

Por su parte Sara Rosario indicó que “nuestros atletas no solo representan a Puerto Rico, sino que son embajadores de la paz.  Son muchas cosas que nos pueden dividir, pero el deporte siempre es un instrumento de unidad, de paz.  Los valores olímpicos trascienden el deporte.  Debemos mirar siempre hacia la amistad, el respeto y la excelencia”.

Durante la ceremonia, mientras sonaba el himno Olímpico, se izó la bandera de la Tregua Olímpica.  

La presidenta olímpica de Puerto Rico anunció que esta estará ondeando en la Casa Olímpica durante todo el mes de abril, durante los segundos Juegos Olímpicos Juveniles Nanjing 2014 y durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014.

Otro momento emotivo fue cuando las triatletas Militza y Melissa Ríos La Luz, Frankie Colón de Bolos y Andrés Pérez Ginés, gimnasta clasificado a los juegos olímpicos juveniles de Nanjing, desfilaron portando antorchas olímpica encendidas, mientras Víctor Ruíz, primer vicepresidente del COPUR, explicaba el significado de la llama Olímpica. Las velas de todos los presentes se encendieron al llamado de la vida, la unidad y la paz para Puerto Rico.

La invocación fue realizada por el Arzobispo de San Juan, Monseñor Roberto González. La jornada culminó llena de alegría con la actuación del cantante Edgard Remés.