Las recientes acusaciones por parte del tackle Jonathan Marty no encontraron el sábado respuesta de sus compañeros en los Dolphins de Miami, quienes eludieron las preguntas sobre un caso de acoso que ha dejado al equipo sumido en un escándalo.

"No voy a decirles nada", dijo Nate Garner, integrante de la línea ofensiva, ante un grupo de reporteros.

"Sólo voy a hablar de fútbol" americano, comentó el center Mike Pouncey.

"Tenemos un partido el lunes", agregó el defensive end Cameron Wake. "No estoy pensando en algo que no esté en estos vestuarios, es la verdad".

Los Dolphins que acapararon la atención de la prensa esta semana no están con el equipo. Martin abandonó las filas la semana anterior, tras señalar que fue hostigado por sus compañeros, incluido el guard Richie Incognito, quien ha sido suspendido.

Así, Miami (4-4) luce diezmado para el partido del lunes por la noche ante Tampa Bay (0-8). Al menos, la actividad deportiva será un respiro para muchos jugadores en medio de este escándalo.

"La presión que esto ha generado desde el punto de vista de la prensa puede generar algunos problemas, de verdad", dijo el tackle Tyson Clabo. "Pero en lo que se refiere e los chicos en este camerino, todos vemos esto con los mismos ojos. Estamos listos para cambiar el tema y volver al deporte".

Martin, quien recibe terapia por problemas emocionales, hablará del caso a finales de la próxima semana con un investigador especial nombrado por la NFL. Entre otras acusaciones, Martin, quien está en su segundo año como profesional, dice que un compañero lo agredió físicamente y con malicia.

"Desde que he estado aquí, no he visto nada de eso", dijo Clabo, quien se incorporó a los Dolphins en mayo.

Incognito se habría extralimitado en su conducta en otras ocasiones. En mayo de 2012, protagonizó un incidente que trascendió apenas esta semana.

Un reporte policial dijo que una trabajadora voluntaria en un torneo de golf organizado por los Dolphins con fines caritativos dijo que Incognito la había acosado.

"Se nos llamó la atención sobre este incidente y tomamos medidas de inmediato", dijo el entrenador Joe Philbin. "Eso es todo lo que voy a decir. Cualquier medida que tome el club contra cualquier jugador se mantendrá en privado.

Philbin se negó a decir por qué permitió después que Incognito fuera miembro del consejo de líderes del equipo.

La atención de la prensa continuó el sábado. Unos 75 reporteros y camarógrafos llegaron al complejo del equipo.

Había media docena de camionetas de la televisión aparcadas al otro lado de la calle. Desde ahí, observaban quién entraba a las instalaciones o salía de éstas.

Además, una caravana de unas 30 motocicletas llegó a una rampa adyacente al campo de prácticas. Pero no se relacionaban con el escándalo de los Dolphins. Resulta que el presidente Barack Obama jugaba golf en un campo cercano.