Las puertas de la Casa Olímpica fueron abiertas para recibir a uno de sus hijos más distinguidos. 

El ataúd con los restos mortales de Reinaldo “Pochy” Oliver, cubierto con una bandera puertorriqueña y un arreglo floral blanco, adornó el vestíbulo principal del lugar que alberga las oficinas del Comité Olímpico de Puerto Rico (Copur) y, además, las principales federaciones deportivas locales.

“Es un honor recibir en esta sagrado recinto para hacerle honor a quien en vida fuera un gran olímpico de corazón. Se despide a uno de los grandes atletas que ha tenido Puerto Rico”, dijo Rosario, actual presidenta del Copur.

Durante la mañana, Oliver estuvo varias horas en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, antes de ser trasladado a la Casa Olímpica donde los exlíderes del movimiento olímpico Héctor Cardona, José Enrique Arrarás, Osvaldo Gil y David Bernier estuvieron presentes para la tradicional guardia de honor.

“Me gocé la última etapa de su vida que no fue tan intensa como estaba acostumbrado y nunca pensó que esa intensidad fuera a disminuir por alguna dolencia física”, indicó Bernier.

Oliver falleció durante la madrugada del lunes luego de pasar varios días en n hospital. Tenía 82 años de edad. 

Andrés, su nieto, agradeció  la oportunidad que le ofrecieron a la familia para que el ex atleta, educador y entrenador recibiera el honor. Además, recordó que Pochy Oliver nunca le temió a la posibilidad de fracasar en algo. También estuvo presente Mayra, su hija.

“Cuando mi abuelo tenía 14 o 15 años, estaba corriendo bicicleta y se detuvo cuando vio a alguien lanzar la jabalina. Enseguida preguntó si le daban una oportunidad de intentarlo, lo hizo y el resto es historia. Siempre decía que en la vida hay que tener dos sacos, el de ganar y el de perder”, recordó el joven.

A las 3:00 p.m. los restos de Oliver fueron trasladados hacia la Funeraria Buxeda. Luego será cremado.