El Pabellón de la Fama del Deporte Puertorriqueño le dio la bienvenida a nueve nuevos integrantes.

Durante la quincuagésima tercera ceremonia de exaltación, se esperaba la presencia de los exgrandesligas Javier “Javy” López y Rubén “el Indio” Sierra, sin embargo, este último no pudo asistir a la actividad. Según se explicó, Sierra quedó varado en el aeropuerto de Miami debido a que sus documentos fueron robados en la terminal y no tenía una identificación que le permitiera abordar el avión rumbo a Puerto Rico.

“Mi deseo es estar, pero no me permiten abordar el avión”, citó Manuel Charboniar, maestro de ceremonias de la gala, a Sierra.

López, por su parte, se expresó honrado con el reconocimiento.

“Esto es algo que agradezco de todo corazón”, dijo López. 

El ex receptor de los Bravos de Atlanta agradeció a sus compueblanos ponceños y, principalmente, a su familia que “si no fuera por el amor y cariño que me han dado toda mi carrera, no hubiera estado aquí presente”. 

Además de los ex peloteros profesionales, la medallista en Juegos Centroamericanos y Panamericanos en taekwondo, Ineabelle Díaz, fue también exaltada. 

“Me siento privilegiada porque representar a mi país y poder poner a Puerto Rico varias veces en el lugar más alto del podio y escuchar la borinqueña, no hay ninguna emoción más bonita que esa”, sostuvo la atleta que logró un quinto lugar en las Olimpiadas de 2004 en Atenas, Grecia.

El campeón mundial de boxeo, Ángel Luis “Cholo” Espada, el afamado montador del paso fino, Francisco “Minín” Kuilan, el lanzador líder en victorias de todos los tiempos del béisbol Doble A, Mariano Quiñones, el primer pertiguista puertorriqueño, centroamericano y del Caribe en sobrepasar la barrera de los 17 pies, Edgardo Rivera Meléndez, el propulsor del baloncesto en la Isla por más de 35 años, en especial a las categorías menores, Jorge Francisco “Paquito” Rodríguez y el comentarista deportivo de la radio y  la televisión de Puerto Rico por más de 35 años, Johnny Flores, fueron los otros galardonados de la tarde.

La emotividad de la parte final del discurso de agradecimiento de Flores, resultó en ojos llorosos entre los presentes. Con la mirada puesta fija en su hija Marta y con la voz quebrada, Flores expresó “hoy te digo con orgullo, tu padre es miembro del Pabellón de la Fama del Deporte Puertorriqueño”, para luego confundirse en un abrazo.