El deporte puertorriqueño llora desde hoy la partida quien probablemente fue el atleta más completo que jamás ha producido Puerto Rico.

Francisco Librán falleció este jueves a la edad de 65 años y varias décadas después destacarse por competir en el más alto nivel en tres de los principales deportes en Puerto Rico: béisbol, baloncesto y voleibol.

Después de años de luchar con la condición de diabetes, una operación que se le realizó hace dos semanas se complicó. Falleció a eso de las 4:00 de la madrugada de este jueves.

"Un atleta como ese va a ser difícil que se repita", expresó el estadístico e historiador José "Jossie" Alvarado. "Uno como él no lo van a parir nunca".

Según Alvarado, Librán es el único atleta puertorriqueño en la historia en jugar Baloncesto Superior, Voleibol Superior, Sóftbol Superior y todos los niveles del béisbol: Clase A, Doble A, pelota invernal profesional y Grandes Ligas.

Como si fuera poco, antes de toda esa trayectoria profesional que despegó en la década de los 1960, Librán corría en los 400 metros y practicaba salto a lo alto.

 "En aquella época era común ver a una persona practicar varios deportes. Hasta 1970, el deporte era más romántico. Eso ya no se ve porque ahora es más especializado, pero (Librán) sí fue un caso raro", comentó el historiador y autor deportivo Carlos Uriarte.

 Librán nació en 1948 y creció en el residencial Franklyn D. Roosevelt de Mayagüez. No fue hasta casi los 10 años que comenzó a prácticar deportes de manera organizada y luego compitió en la Liga Atlética Interuniversitaria con la Universidad Interamericana.

Posteriormente, jugó para los Vaqueros de Bayamón en el Voleibol Superior y en 1965 con los Atléticos de San Germán en el Baloncesto Superior.

En su carrera en el béisbol, jugó mayormente como campocorto, pero también se desempeñó como segunda y tercera base. Ganó el campeonato de la Doble A con los Patrulleros de San Sebastián en 1965 y en la liga invernal jugó con San Juan, Arecibo y Caguas.

 En Estados Unidos fue firmado por los Cachorros de Chicago y, tras ser cambiado, debutó el 3 de septiembre de 1969 con los Padres de San Diego.

 Durante una entrevista con SiTV el año pasado, Librán recordó que llegó a tener que terminar un doble juego de béisbol Doble A en San Sebastián para irse a Bayamón a jugar un partido de baloncesto con los Atléticos de San Germán.

"No me afectaba (jugar deportes diferentes), porque me gustaba. Sabía que estaba preparado para hacerlo", dijo Librán en la entrevista televisiva. "Como nunca tenía problemas, nunca me lesionaba, pues lo seguí haciendo".

Finalmente, una lesión surgió. Problemas con la recuperación, tras operarse una rodilla, evitaron que pudiera continuar en las Mayores, donde admitió haber enfrentado por dos años el discrimen racial.

"Fue una persona versátil, comprometido con el deporte", señaló Urirarte. "Después que se retiró, estuvo incolucrado en muchas causas".

 Tras retirarse del béisbol, Librán se dedicó a jugar Sóftbol Superior, jugando para Mayagüez entre 1977 y 1987. Además, terminó sus estudios universitarios en el campo de educación y trabajó por 23 años para el Departamento de la Vivienda en Mayagüez.

"Si Francisco no firmaba para jugar pelota, iba a ser un gran atleta de pista y campo", indicó Alvarado.

"Ejemplifica al atleta, al niño que salió de un caserío de Mayagüez, que se va desarrollando, con voluntad, deseo de superarse, porque estudió, fue a la universidad, fue un servidor público en el área oeste y trabajó en el campo de la educación", afirmó Alvarado.