Luego de ganar la medalla de plata durante los pasados Juegos Olímpicos de Londres, el luchador aficionado Jaime Espinal se ha convertido en un fenómeno mediático.

Aparece en programas de televisión y dondequiera que va tiene que dedicarles unos minutos, o incluso horas, a sus fanáticos para tomarse fotos, saludar o hablar un rato. Y siempre lo hace con una sonrisa y con gran humildad.

Mientras analiza sus próximos pasos, su carisma y sus habilidades atléticas han llamado la atención de varias compañías profesionales que están interesadas en sus servicios.

Hace unos meses, Espinal le había confirmado a Primera Hora que había recibido un acercamiento de una compañía de lucha libre, luego que este periódico supiera del interés que tenía la Ultimate Fighting Championship (UFC) en el medallista olímpico.

“La UFC no me encanta, pero me gusta. Yo pienso que yo tengo habilidades que quizás pudiera ser un buen peleador de UFC, pero no está en mis planes hoy”, dijo Espinal, quien mostró más interés por la lucha libre, el pasado mes de octubre.

Sin embargo, en estos días le hicieron una oferta concreta para que se uniera a esa compañía. Una oferta que, en términos económicos, le aseguraría un futuro estable y que pocos rechazarían.

“Me llamaron de UFC, me dijeron: ‘Mira, te estamos ofreciendo $200,000 por un contrato de un año, y una pelea al final del año’”, le dijo Espinal a Primera Hora.

“Brandon Clark (director de Asuntos Hispanos de UFC) era el que me estaba buscando, y quien me llamó me dijo: ‘Brandon Clark escuchó en una entrevista que tú dijiste que, para pelear, tenían que darte una cantidad (de dinero) ridícula. Y él está dispuesto a darte esa cantidad ridícula. ¿Cuánto es?’”, añadió el joven de ascendencia dominicana.

Lógicamente, la reacción inmediata de Espinal fue de asombro. Entonces, le pidió una semana al contacto de UFC para darle una respuesta.

“En esa semana, me pongo a investigar cuánto sería una cantidad ridícula. Porque no es mucho dinero, es una cantidad ridícula, eso fue lo que dijo”, añadió el luchador.

En sus investigaciones, Espinal descubrió que la UFC les da un contrato de exclusividad de $500,000 a peleadores reconocidos como él.

“Yo dije: ‘Diantre, eso es un montón de dinero por un año, pero no es una cantidad ridícula. Voy a pedir un millón’”, contó.

Pero antes de hacer la llamada, decidió averiguar finalmente de cuánto era la oferta que le habían hecho de la lucha libre y que en ese momento no quiso escuchar.

“Llamé: ‘Mira, ¿cuánto era lo que tú me ibas a ofrecer?’. Y ellos me dijeron: ‘Bueno, era para saber si tú estabas interesado, pero todavía no tenemos precio. Pero si UFC te está diciendo que te vayas para allá, vete para allá y después brinca para acá, que ahí el contrato va a ser triple’”, dijo Espinal, quien explicó que no es lo mismo entrar a la lucha libre desde la lucha olímpica que hacerlo desde la UFC.

Espinal admitió que la oferta fue de la lucha libre puertorriqueña, pero que el interés de ambas partes era que diera el salto a la WWE.

Tras consultar con luchadores y empresarios como Carlos Colón y Savio Vega, escuchó una cifra que le quitó el sueño por una semana, según admitió.

“Ellos me dicen: ‘Ve pa’ allá. ¿Y cuánto vas a pedir?’. Y yo digo: ‘Bueno, yo pensaba pedir un millón de pesos, que es una cantidad ridícula’. ‘¿Qué? No, dile dos (millones de dólares). Ellos te necesitan’”, contó el carismático atleta.

Según le explicaron, la UFC está buscando abrir más el mercado en Nueva York, y Espinal sería la ficha perfecta para ello.

“Cada vez que hacen una pelea en Nueva York, no va mucha gente porque los que pelean son brasileños, mexicanos; y como yo soy dominicano y puertorriqueño, voy a llenar las carteleras”, expresó Espinal.

Sus prioridades son otras

A pesar de admitir que “dos millones de pesos le cambian la vida a cualquiera”, Espinal entiende que dedicarse a las artes marciales mixtas no es lo que debería hacer, al menos en este momento.

“No lo quiero hacer porque eso pararía el impacto que yo quiero tener en la sociedad. No es que yo quiera ser un ejemplo, pero no es lo mismo yo decir: ‘Quiero ser un ejemplo haciendo lucha y lo mejor por Puerto Rico’ que estar dándole puños a la gente y decir: ‘Sigan mi camino’. No”, concluyó Espinal, quien admitió que aún está analizando si continuará en la lucha aficionada para el próximo ciclo olímpico.

Habrá que esperar entonces para conocer el futuro inmediato de uno de los atletas más queridos en Puerto Rico en la actualidad.