Jaime Espinal nunca fue de celebrar los días festivos.

La distancia física entre donde él vivía y residía su familia más inmediata, así como los escasos recursos económicos con los que contaba, le impedían años tras año compartir con sus seres queridos en fechas especiales como lo son los días de Acción de Gracias, Noche Buena, Navidad y despedida de año. Ante la falta de oportunidades, el luchador siempre optaba por continuar con su rutina diaria.

Pero hoy, Día de Acción de Gracias, la situación será muy distinta. Su sacrificio y trabajo por los pasados años resultó en una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres, un logro que le abrió las puertas de las oportunidades y le dio, de cierta manera, una estabilidad que tanto anhelaba.

“Voy a dar gracias a Dios por la aceptación que me ha dado Puerto Rico luego de obtener la medalla”, compartió Espinal con Primera Hora. “Porque los niños me están viendo como un ejemplo, y gracias a Dios por estar vivo, por darme fuerzas de llegar a donde llegué”, añadió.

El 2012 cambió por completo la vida Espinal, nacido en República Dominicana, pero criado en Puerto Rico desde los cinco años. Llegó a las Olimpiadas de Londres con modestas proyecciones. “Era nadie”, como él mismo recuerda.

Pero el 11 de agosto, tuvo el mejor día de su vida como luchador en la categoría de 84 kilos y le dio a Puerto Rico apenas su segunda medalla de plata en unas Olimpiadas.

Desde ese día su vida ha estado llena de alegrías y bendiciones. Pero el pasado no se puede cambiar, y Espinal no esconde el hecho de que no recuerda cuándo fue el último año que celebró Acción de Gracias con su familia. Actualmente, el medallista olímpico reside en Pennsilvania con su compañero de equipo Franklin Gómez, quien cursa allí estudios de maestría. Su madre, Alejandrina Fajardo Hernández, reside en Nueva York y sus hermanos, Stanley y Rosemarie, en Luisiana. En los pasados años, Espinal no tenía el dinero para visitarlos en las fechas festivas.

“Como mi familia estaba dispersa y no podía estar con ellos, Acción de Gracias no era un día tan especial para mí. Pero, definitivamente, eso ha cambiado. Las cosas que han pasado este año me han hecho estar más agradecido que nunca”, expresó.

El plan es que la familia coincidirá en Nueva York. Allí, doña Alejandrina, Stanley y Rosemarie celebrarán un día muy especial y continuarán celebrando las virtudes que el 2012 ha tenido sobre Jaime y todos ellos.

“Va a ser algo bien bonito… Ellos están muy contentos por los logros que he obtenido y estoy seguro que ellos le quieren dar muchas gracias a Dios por muchas cosas que han pasado en este año, pero vamos a dar gracias por darnos fuerzas, por permitirnos estar juntos”, subrayó.

El apoyo que ha recibido tanto económico como moral por parte de diversos sectores luego de su histórica medalla en Londres, han ayudado que Espinal vea con otros ojos las fechas festivas, y ya tiene la mira puesta en Navidad.

“La Navidad, quizás, no me gustaba tanto, lo que hacía era ir a la iglesia. Pero ahora puedo irme a dar regalos. Ya no es por mí, estoy haciendo todas las cosas por la gente, eso me motiva”, relató Espinal.

¿Y sobre la hartera que se dará hoy en Acción de Gracias? Espinal sonríe al imaginarse la mesa.

“El pavo no me gusta mucho, pero hacemos un remix’: le metemos el pernil. Vamos a darnos una hartera de pernil”.