Joey ‘El Cazador’ Ruquet no es un peleador de artes marciales mixtas común.

Muchos se conforman con hacer dos o tres peleas aficionadas y rápido subir al profesionalismo para hacer dinero.

Pero no Ruquet, un disciplinado peleador de Inglewood, Florida de madre puertorriqueña y padre francés que hizo la friolera de 22 peleas aficionadas antes de subir al profesionalismo y que el jueves en la noche buscará poner a Puerto Rico en alto nuevamente cuando suba a la jaula de la empresa Latina Combate Américas en el hotel Maná Wynwood de Miami en búsqueda de su tercer victoria en ristra cuando enfrente al mexicano-americano Vinney ‘Instigador’ Pantaleón en las 135 libras.

“Fue mi decisión personal. Quería tener la mayor cantidad de experiencia aficionada posible. Hay muchos que suben a profesional muy rápido y lucen como aficionados. Yo prefería utilizar al aficionismo en el MMA para pulir mis destrezas, darme la oportunidad de cometer errores y hacer ajustes. Ahora en el profesionalismo estoy para ejecutar mis destrezas y ganar, no para cometer errores de aficionados”, dijo Ruquet a Primera Hora.

Según el peleador de 25 años de edad, su amor por las artes marciales comenzó a los 12 años de edad, cuando comenzó a practicar kickboxing con uno de los mejores campeones de kickboxing que ha tenido Estados Unidos y el primer campeón americano en K-1, Ron Belliveau.

Pero no fue hasta sus 17 que realmente visualizó la posibilidad de entrar al mundo del MMA, a pesar de que su mayor interés en ese momento era el ‘skateboarding’.

“Tenía 17 años y aspiraba a convertirme en un ‘skateboarder’’profesional. Pero mi amigo George Damiano me puso bastante presión para que entrara a un torneo de MMA aficionado en Oklahoma para decidir el campeón estatal. Me convenció, entré y terminé ganando las siete peleas para convertirme en el campeón aficionado del estado de Oklahoma. Ahí me probé que podía hacer esto”, indicó Ruquet.

“Para mis 19 años ya también había ganado el campeonato estatal de Florida y mi coach me dijo que si quería ser bueno de verdad tendríamos que mudarnos a entrenar a Las Vegas. Así que metí toda la ropa que pude en mi maleta y me fui con él seguir entrenando”.

En Las Vegas, Ruquet tenía que pagar sus gastos, así que tuvo que trabajar a veces hasta en tres trabajos y entrenar para perseguir su sueño.

“No tenía carro, así que le metía como 20 millas en bicicleta todos los días entre un trabajo y el otro. Eso además de entrenar. Afortunadamente, ahora ya tengo un carro, una casa y una esposa. Pero tengo mucho terreno por recorrer todavía”, dijo Ruquet, que en Las Vegas también comenzó a entrenar Jiu-jitsu bajo la tutela de Steve Pilligrino y mejoró su ‘striking’ con Juan Torres en Torres MMA, gimnasio donde actualmente practica.

“Mi entrenador Ron Belliveau ya no podía entrenarme debido a las lesiones que comenzaban a pasarle factura en su vida. Así que me buscó un gimnasio donde pudiera seguir evolucionando”.

Con ellos siguió peleando como aficionado, consiguiendo marca de 20-2, incluyendo cinco títulos (campéon estatal de Oklahoma, campeón estatal de Florida, en las empresas ISKA, Tuff’N’Nuff y King of The Cage).

Posteriormente, debutó como profesional en el 2015 y poco después uniéndose a Combate Américas. Actualmente tiene foja de 4-1 como profesional, incluyendo 2-1 en Combate Américas.

Pantaleón se buscó un lío

Su rival de turno, Vinney Pantaleón tiene marca de 1-1 y muy poca experiencia aficionada, por lo que Ruquet está apostando a su vasta experiencia para imponerse, sea por nocaut o sumisión.

“Pantaleón ss un muchacho que hizo lucha en escuela superior y que lleva boxeando desde los 14 años. Se hace llamar el ‘Instigador’. He visto algo de sus peleas aficionadas y no me dicen mucho. Si cree que yo soy su boleto al próximo nivel se equivoca. Tengo mucha más experiencia que él. No la va a pasar bien”, confesó Ruquet.

“Soy un peleador completo en todas las áreas y estoy preparado para lo que traiga. Me siento cómodo combatiendo arriba o en el piso, pero prefiero mantener la pelea arriba. Vamos a ver qué trae”.

Orgulloso de sus raíces puertorriqueñas

A pesar de haber nacido en Estados Unidos y de tener padre francés, Ruquet desde el principio decidió portar la bandera de Puerto Rico a sus peleas.

Y la decisión no fue difícil. Simplemente, su lado puertorriqueño fue el que predominó desde pequeño en su familia.

“Yo decidí representar a Puerto Rico porque ésa es la parte de mi familia que ha estado conmigo desde el primer día. Es la familia que he visitado en la Isla y la que viene a visitarme a mi durante el Día de Acción de Gracias, las Navidades o mis peleas”, dijo Ruquet.

“Mi padre francés nunca estuvo en mi vida, aunque ahora de adulto he tenido familiares de su lado que han hecho acercamientos a través de redes sociales. Pero la realidad es que me siento más boricua que lo que me siento americano o francés y el jueves subiré una vez más con mi bandera de Puerto Rico”.

Ruquet, inclusive, ha estado cabildeando para que Combate Américas vaya a Puerto Rico a efectuar una cartelera en la Isla, máxime ahora que la empresa agregó a otro boricua a su plantel en Billy Molina, quien estará en el pleito semiestelar de la velada en Miami ante el argentino Marcelo Rojo.

“He tratado de convencer a Campbell McLaren (fundador de Combate Américas) de que lleve una cartelera a Puerto Rico. Sería algo sensacional. Quiero ser parte de ese movimiento”, añadió Ruquet.