El joven atleta Adrián Gandía comenzó a practicar el judo cuando tenía siete años de edad.

“Mi papá hacía jiu-jitsu y como yo lo admiraba, le dije que quería hacer jiu-jitsu también. Y él me metió a las clases de judo, que eran en el mismo club y había más niños pequeños”, contó Gandía en una reciente entrevista con Primera Hora.

Desde ese momento, Adrián no ha dejado de practicar el judo, disciplina que lo ha llevado a competir alrededor del mundo como, por ejemplo, los Juegos Olímpicos Juveniles en Nanjing, China, en agosto del año pasado.

En la competencia individual, Gandía no pudo optar  por medallas debido a que, por una cortadura en el ojo,  perdió su tercer combate. Sin embargo, en la competencia por equipos mixtos -con atletas de distintos países-, conquistó el oro y ganó sus compromisos.

“La experiencia fue muy buena, tanto competitivamente como para el crecimiento propio”, expresó Gandía  un día antes de partir hacia Alemania para estar en un  centro de entrenamiento durante poco más de tres meses.

¿Cómo se dio la oportunidad de entrenar en Alemania?

“Yo había ido a Alemania a unas competencias y campos de entrenamiento. Primero que todo, les llamó la atención que alguien de Puerto Rico estuviera yendo para allá, porque ese torneo usualmente era exclusivo para europeos, japoneses, canadienses, nadie más iba. Y cuando vieron que tuve un buen resultado el primer año (2013), que estuve quinto de 86 competidores, gané seis peleas y perdí dos combates, les llamó la atención y nos mantuvimos en contacto con el entrenador”.

Resulta que el joven boricua regresó en el 2014 al torneo, y conquistó la medalla de bronce entre cerca de 80 judocas.

“Ellos me hicieron la oferta de estar unos meses por allá entrenando y compitiendo, y lo tomamos porque pensamos que es buena opción para mi crecimiento como atleta. El desarrollo que puedo tener es buenísimo”, dijo Gandía, quien se encuentra en el prestigioso Centro Deportivo de Judo TSV Grobhadem, en la ciudad de Múnich, con el entrenador Richard Trautmann.

Los resultados del entrenamiento ya son evidentes, pues a finales de enero, Gandía quedó en primer lugar en la categoría sub-21, división -73 kg, del German Junior National Ranking celebrado en Berlín, en el que ganó los siete combates que tuvo.

Este año, Gandía comienza a competir en la categoría de adultos y su meta es clara: clasificar a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

“Es bien difícil, pero pienso que se puede hacer. Es una meta bien alta, y obviamente mucha gente va a pensar que soy muy joven, pero siempre, desde chiquito, mi sueño fue estar en las Olimpiadas del 2016, así que vamos con todo”, contó el joven atleta.

Cuando regrese a suelo boricua, Gandía se graduará de escuela superior -pues continúa estudiando en remoto- para luego empezar a competir en los torneos que van otorgando puntos para clasificar a las Olimpiadas.

Aun si no pudiera cumplir ese sueño, su juventud le permitiría optar por los Juegos Olímpicos de 2020.

“Y las próximas Olimpiadas en el 2020 son en Tokio, Japón, donde se inventó el judo. Así que es como el sueño del judoca ganar una Olimpiada en Japón”, concluyó Gandía.

Si los sueños se les cumplen a quienes se sacrifican y luchan, ciertamente Adrián va por buen camino.