El futbolista de los Gigantes de Nueva York, Josh Brown, admitió que cometió actos de violencia doméstica en cartas, correos electrónicos y un diario, de acuerdo con documentos de la policía.

Según ESPN, los documentos eran parte del expediente del caso de la Oficina del  Condado de King, que inició luego del arresto de Brwon el 22 de mayo del pasado año.

Brown fue acusado de agresión en cuarto grado de violencia doméstica después de un incidente con su exesposa. El cargo fue retirado más tarde.

En una de las entradas del diario de Brown obtenida como parte de la investigación, escribió: "He abusado de mi esposa", según la investigación.

La exesposa de Brown dijo a la policía que había sido físicamente violento con ella en más de 20 ocasiones en los últimos años.

El equipo declinó hacer comentarios sobre la admisión de Brown. Los Gigantes se disponen a viajar este jueves hacia Londres, donde jugarán con los Rams de Los Ángeles el domingo.

En los documentos de la policía difundidos el miércoles, Brown admitió que "había sido un mentiroso durante la mayor parte de mi vida". Dijo que tenía una adicción a la pornografía y haber sido abusivo con las mujeres en toda su vida desde que, a la edad de tan solo 7 años, fue víctima de abuso.

"He lastimado mujeres y nunca me he preocupado por el dolor y el daño que les he  causado", escribió Brown en un correo electrónico.

También se encontró un documento que fue descrito como un contrato de cabio de conducta en 2013 firmado por Brown, con su entonces esposa Molly Brown y un consejero. El artículo número dos establecía que Josh Brown abusó física, verbal y emocionalmente de Molly.

Pero hay más. En una carta enviada a sus amigos en 2014, Brown advirtió que sería difícil de leer, pero que sentía una abrumadora sensación de derecho. Dijo que se veía a sí mismo como Dios y que Molly era básicamente su esclava.

En una entrada de su diario, Brown se describió a sí mismo como "física, mental, emocional y verbalmente un hombre repulsivo", que abusaba de su esposa y detalló su "pensamiento y posesividad arrogante y manipuladora".

En otra entrada del diario, Brown escribió que su esposa le pidió el divorcio porque él era un abusivo.

Los Gigantes volvieron a firmar Brown, durante la temporada baja por la suma de $4 millones por dos años. El equipo lo ha apoyado a pesar de la detención y las acusaciones. El copropietario de los Gigantes, John Mara, dijo en agosto lo siguiente: "Creo que a pesar de los hechos y circunstancias, estábamos cómodos con nuestra decisión de volver a firmarlo".

No está claro si los Gigantes o la NFL eran conscientes de sus admisiones escritas proporcionadas por la policía y difundidas este miércoles. En un informe de seguimiento presentado por el Departamento del Sheriff del Condado de King, Molly indicó que la liga estaba al tanto de un incidente que involucró a su marido. Ella dijo a la policía que Brown, ella y sus hijos fueron invitados al Pro Bowl en Hawai en enero. Pero indicó que Brown indicó que tendía una habitación separada.

En algún momento, Molly Brown dijo a la policía que su esposo apareció "borracho y estaba golpeando a su puerta para entrar. Molly se negó a que entrara, y al final,  tuvieron que llamar a la NFL y la seguridad del hotel. Josh fue escoltado fuera de la habitación y Molly fue instalada en una habitación de hotel diferente por la NFL, donde Josh no tenía acceso ni conocimiento.

La liga suspendió a Brown por un juego sin paga en agosto por violar la política de conducta personal, y estuvo en la banca en la apertura de la temporada de los Gigantes.

La política de violencia doméstica de la NFL establece una base de seis juegos para un primer delito, pero permite que las circunstancias agravantes puedan hacer que la suspensión sea más larga o más corta.