LOS ANGELES - Un “pin” puede detener el flujo peatonal en los complejos deportivos donde se llevan a cabo los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales.

El tradicional intercambio de recordatorios entre atletas de diferentes países, que en este caso consiste de pins (prendedores), se realiza en todo momento y en cualquier lugar.

Usualmente, los equipos contrarios los intercambian justo antes de la competencia, pero con frecuencia sucede en los dormitorios, en el comedor, en la calle, en las instalaciones deportivas, en fin, donde un par de personas se interesen mutuamente por conservar un detalle del país de origen del recién conocido.

La colección se mantiene visible en la cinta que sostiene la credencial, pero aquellos que han logrado intercambiar muchos los guardan en sus bultos.

Ese es el caso de la nadadora Cristina de la Vega, quien, según su entrenadora Liza Bass, es una experta en el asunto y le ha enseñado a sus compañeros.

“Tú le das un pin tuyo a la otra persona y ella te da el de su país. Yo tengo como 10 en una bolsa en mi bulto y los demás los llevo puestos”, comentó Cristina.


Su compañero de equipo Luis Peña Bosch agregó que a los atletas boricuas les dieron una cantidad de pins para intercambiar.

“También se pueden intercambiar llaveros, pulseras y otros accesorios”, dijo.

Esta no es una práctica única de los atletas, sino también de sus entrenadores, familiares y hasta de los voluntarios.