Los rayos del sol habían dejado de castigar los alrededores del Coliseo Roberto Clemente de la ciudad capital, pero con la alta humedad en el ambiente la temperatura era un tanto sofocante. Sin embargo, eso no fue impedimento para  que 3,000 personas participaran en el Walgreens 5K  Feliz y Saludable.

En su tercera edición, el evento fue una vez más una carrera en la que convergían corredores de todas la edades por una buena causa. El dinero recaudado en la inscripción  de la carrera será donado a  cinco entidades benéficas.

“Nos sentimos bien contentos con la acogida que estamos teniendo en el público”, expresó Nivia Santiago, vicepresidente de mercado de Walgreens para Puerto Rico e Islas Vírgenes.

“La cantidad de 3,000 participantes es una cifra comparable a la de las tres ediciones anteriores. Entendemos que nos regalaron un día precioso en el que no había lluvia. Nosotros queríamos hacer una carrera propia, donde nosotros pudiéramos ayudar a diferentes entidades que no reciben la ayuda de todo el mundo”, sostuvo Santiago. “Queremos ayudar a entidades que trabajen con la salud y den apoyo comunitario”.

Este año, recibirán una inyección a sus esfuerzos a The Hume Society, la Sociedad Puertorriqueña de Epilepsia, la Fundación Puertorriqueña de Síndrome Down  y el Boys and Girls Club de  Puerto Rico.

En su tercera edición, el Walgreens 5K Feliz y Saludable fue una vez más una carrera en la que convergían corredores de todas la edades por una buena causa.

A medida que se acercaba la hora del bocinazo inicial, los corredores se agolpaban en los dos puntos destinados para la salida. Los organizadores del evento dividieron a  los participantes en dos grupos.

En el ala norte del Coliseo se encontraban los corredores elites, que harían  la ruta en menos de 25 minutos, mientras que en el ala oeste se amontonaban aquellos que lo harían en un tiempo mayor y los caminantes.

A las 4:59  p.m. se dio el primer bocinazo de salida para los participantes en sillas de rueda. Entonces, a las 5:00 p.m. dio el inicio para el resto de los corredores que se dividieron en dos rutas distintas en la avenida Roosevelt. Los elites viraron al norte, en ruta hacia Hato Rey, en la llamada ruta de la Salud, mientras que el resto fueron al sur, en ruta hacia Guaynabo, en la ruta de la Felicidad.

La ruta de la Felicidad era una vía colorida en la que los participantes disfrutaban junto a amigos y familiares a un ritmo cómodo. Se vieron padres con sus hijos, madres empujando coches de bebé, participantes vestidos con tutú, otros portando pelucas y un señor vestido con uniforme escolar de mujer. Incluso, hubo personas que hicieron la ruta en compañía de sus perros, quienes al pasar la meta podían pasar por un área en la que habían  dos piscinas y un lugar para que tomaran agua para refrescarse,

“Esa es la intención de la carrera. La carrera tiene dos rutas, la ruta de la salud y la ruta de la felicidad. En la ruta de la felicidad eso es lo que queremos. Que las personas vengan con su familia y sus mascotas.  Eso es lo que queremos, que vengan  y se diviertan”, manifestó Santiago.

El primero en llegar a la meta fue Bernardino Ruiz, quien con su silla de rueda  recorrió la ruta en 5:13.  Detrás de él llegó Alba Rivera con tiempo de 5:19, Ángel Castro con tiempo de 5:19 e Hilda González con tiempo de 5:38.

El primer corredor elite en completar la ruta fue el barranquiteño Fenando Ojeda Rivera con tiempo de 15:31. El segundo puesto le perteneció al aiboniteño Luis Rivera con 15:36 y el tercer lugar fue para el orocoveño José Burgos Collazo con 15:48.

La gurabeña Rosmeiry Medina Almonte fue la primera fémina en llegar a la meta con tiempo de 18:11, mientras que  la cagueña Angie Nocuo Soler obtuvo la segunda posición con tiempo de 18:33. Lineida Mateus Rojas, de San Juan,  se quedó con el tercer lugar con 18:39.