NUEVA YORK— La resaca de los Juegos Olímpicos le costó caro a Mónica Puig.

Dos semanas después de ganar el primer oro olímpico de Puerto Rico, la tenista de 22 años fue eliminada el lunes por la china Saisai Zheng en la primera ronda del Abierto de Estados Unidos.

Imprecisa en sus devoluciones, especialmente con su derecha, Puig cometió 28 errores no forzados y cayó 6-4, 6-2 ante la 61 del mundo. El revés fue 16 días después que la boricua derrotó a la número dos del mundo, Angelique Kerber, en la final de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

"Han sido dos semanas bastante pa'arriba y pa'bajo", señaló Puig, quien la semana pasada fue recibida con una fiesta de pueblo en Puerto Rico. "Me hubiese gustado tener más tiempo para bajar de la nube, pero el calendario no te lo permite".

Por primera vez en su carrera, Puig llegó como preclasificada a un Grand Slam, al conseguir el último puesto en la siembra (32). Con toda una isla a la expectativa, la puertorriqueña quebró el segundo servicio de Zheng y después confirmó su saque para irse arriba 4-1, pero perdió los cinco games siguientes para ceder el set.

El segundo fue más de lo mismo: Puig ganó el primer game con su servicio, solo para ceder los cinco siguientes. Zheng confirmó la victoria en 1 hora, 19 minutos con un ace.

"Había mucha presión, muchas expectativas", admitió Puig. "Nunca había estado en esta situación, estoy navegando nuevas aguas, por nuevos terrenos. Una vez se convierta en algo habitual, me sentiré más cómoda".

"Esto no me quita nada de lo que hecho", insistió. "Estoy en fase de aprendizaje, nunca había estado en esta posición de ser figura en el tenis que viene subiendo, todo el mundo me está mirando. Son cosas que tengo que seguir mejorando".

Zheng quebró el servicio de Puig cuatro veces, dos en cada set, y cometió apenas 13 errores no forzados. La china utilizó un tiro elevado que la boricua no logró descifrar en todo el partido, mandándolo afuera o a la red en varias ocasiones.

"Ella empezó a jugar mejor, yo no, empecé a fallar mucho", indicó. "Fue mala mía no entrar un poco más, coger la bola en el aire, ser más agresiva".