Mónica Puig Marchán llegará a su mayoría de edad inmersa en su rutina, un estilo de vida que ha escogido como su camino desde pequeña.

Puig cumple hoy, 27 de septiembre, 21 años de edad. La tenista puertorriqueña recibe los 21 en el otro lado del mundo, lejos de su familia, activa en el torneo clasificatorio del Abierto de China en Pekín.  Esa es la vida que le toca a un atleta profesional, una vida a la que Puig ya le ha cogido el piso y que se disfruta al máximo.

“¡Bueno, (21) suena como un número grande! (ríe)”, expresó Puig en comunicación con Primera Hora desde Pekín. 

“De verdad he estado esperando por mi cumpleaños por un tiempo. No creo que algo cambie, pero diría que los 21 es una gran cifra. Espero que mi año 21 de vida sea uno grandioso para mí, lleno de alegría, diversión, risa, y claro, éxito”, abundó Puig.

Para la boricua, su vida como “teenager” y joven adulta ha sido atípica, como la de cualquier otro deportista de alto nivel. La mayoría del tiempo la pasa en aviones, en las canchas, lejos de esas cosas que cualquier adolescente disfruta. Pero, en el caso de Puig, las recompensas han sido muchas. 

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Con 16 años ganó la medalla de oro de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez 2010, y un año después se colgó la de plata en los Panamericanos de Guadalajara 2011. Luego de Guadalajara, con 17 años, Puig dio el salto completo al circuito profesional.

Desde ese entonces, han sido años de altas y bajas, además de mucho aprendizaje.  Actualmente, Puig ocupa la posición número 63 en el escalafón mundial de la Asociación de Tenis de Mujeres (WTA, por sus siglas en inglés), la mejor latinoamericana del ranking. Lo más alto que ha alcanzado fue la posición 41 en mayo del 2014.

“Los últimos 18 meses han sido increíbles para mi, y todo ha sucedido bastante rápido. El año pasado, tuve mis mejores momentos alcanzando la tercera ronda en el Abierto Francés y la cuarta ronda en Wimbledon. Y este año gané en mayo mi primer título en la WTA. Simplemente, ha sido un sueño hecho realidad”, reflexionó Puig. 

“Pero sí he caído en cuenta que me queda mucho camino hacia el tope, y que eso no llegará solo. Los últimos meses me han enseñado lo duro que necesito seguir trabajando. Pero creo que mientras ponga el trabajo, los resultados, el ranking y los títulos van a llegar. Me siento realmente privilegiada de ser una tenista profesional y hacer lo que amo para ganarme la vida”, abundó la joven isleña.

Además, como si fuera poco, el alcanzar los 21 años le ha servido a Puig para reafirmar su pasión por representar la tierra que la vio nacer. 

“Sobre todo, estoy bien orgullosa de representar a Puerto Rico a nivel mundial, dondequiera que juegue. Es un sentimiento increíble el traer orgullo a la Isla a través de mi deporte”, aseguró.

Sobre la celebración de su cumpleaños, Puig reconoció que ayer no sabía cómo lo festejaría. Lo único seguro en su calendario era un partido contra Polona Hercog, a las 1:00 de la tarde, hora de China. 

“Sí tengo un paquete aquí, que mi equipo (papás, abuelos y agente) me enviaron y que no puedo abrir hasta el sábado. ¡Así que al menos tendré una pequeña sorpresa! El año pasado mi  equipo me sorprendió con un bizcocho y globos en el cuarto, ¡así que veremos qué sucede este año!”.