Al menos en la primera semana, el 2013 se ha portado espectacular con la tenista Mónica Puig Marchán.

La boricua amaneció ayer en la posición número 107 del escalafón mundial femenino, el lugar más alto que ha alcanzado en su carrera. En total, Puig subió 17 lugares desde la posición 124, la cual ocupó la pasada semana.

Unas jornadas espectaculares en el torneo Brisbane International, en donde ganó cuatro partidos y mantuvo al borde de la eliminación a la quinta clasificada mundial, Angelique Kerber, le dieron un total de 634 puntos en el escalafón de la Asociación de Tenis de Mujeres (WTA, por sus siglas en inglés), suficientes para concretar el ascenso.

Ahora, su nueva posición podría ayudarla a cumplir uno de sus grandes objetivos inmediatos: clasificar al cuadro principal de un grand slam.

“Con este ranking, se me facilita poder estar clasificada en las eliminatorias en el Abierto Australiano”, expresó ayer Puig, de 19 años.

Como ocurrió el año pasado, todo apunta a que Puig tendrá que disputar las clasificatorias del Australiano. La diferencia es que, con el 107 en el ranking, estará en una posición más favorable del bracket. Aunque, según ha trascendido, su cerrado duelo contra Kerber el pasado 1 de enero podría resultar en una posible invitación vía comodín al cuadro principal.

Sin importar la manera en que tenga que debutar en el Australiano, ya Puig está clara en la actitud que debe mostrar en el primer grand slam del año, una que le hará honor a su autoproclamado apodo, “Pica”.

“Iré a competir y a ‘picar piedra’. Mi bisabuela, que en paz descanse, siempre decía que todo se consigue en la vida si trabajas duro, y eso haré. Yo sé que entraré al main draw si pongo todo mi esfuerzo”, apuntó Puig.

Mejor de la región

En la nueva clasificación, Puig se consolidó como la mejor tenista de Latinoamérica. En el ranking de la WTA, la segunda mejor de la región es la argentina Paula Ormaechea, que ocupa el lugar 141.

Aunque reconoce el honor de ser el principal rostro de Latinoamérica en el tenis femenino, Puig enfatizó en que esa posición no le causa presión adicional.

“No pienso en eso al entrar a la cancha. Pienso en competir. Pero sí es un honor ser una de las mejores tenistas latinoamericanas”, finalizó.