Cabo Rojo.  Angélica Milady Carbó del Toro entró en una piscina por primera vez a los 18 días de nacida, en la YMCA de Mayagüez, para tomar las terapias que necesitaba como niña con Síndrome de Down.

La natación se convirtió en el eje de su desarrollo y el agua en su ambiente natural. Con el pasar del tiempo, al fin terapéutico se le sumó el aspecto deportivo, que resultó en su incursión en Special Olympics Puerto Rico.

Hoy, con 20 años de edad, está a punto de dar un importante salto en su carrera, pues en julio  irá a sus primeros Juegos Mundiales de Verano de Olimpiadas Especiales en Los Ángeles, California. 

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“Angélica estaba en un entrenamiento de bajo rendimiento, pero para esta competencia que llevamos un año preparándonos, los Mundiales, ahora su ejecución será de alto rendimiento”, explicó su madre Ángela del Toro.

Angélica siempre ha nadado en piscina los 50 y 100 metros libres, 25 y 50 metros espalda, y 25 metros mariposa. En la justa californiana, se probará en distancia, pues su evento de piscina será 800 metros y también nadará 1,650 metros en aguas abiertas.

“Va a ser un reto. Va a cruzar la Bahía de Long Beach. Es una trayectoria bien larga… (Pero) mi hija no le tiene miedo a nada. (En la clasificatoria) se tiró, nadó y (en Los Ángeles) lo va a hacer”, afirmó  la maestra de profesión.

Durante los entrenamientos de Angélica en Playa Azul, en Cabo Rojo, su progenitora le acompaña en kayak para cerciorarse de que todo marcha bien. Otros discípulos de su entrenador, Iván Romaguera Ramos, también nadan cerca de la joven. 

En estas últimas semanas, las prioridades son el trabajo aeróbico, nadar largas distancias en el mar, corregir la técnica de la respiración y procurar que nade lo que le corresponde, no de más.

“En una competencia de 1,650 metros en Boquerón en abril pasado, Angélica hizo 58 minutos. (La meta para Los Ángeles) es tratar de bajar esa marca. Y en los 800 metros que pueda terminar bien en el grupo y pueda lograr una buena marca. Los 800 metros los puede estar nadando como en 30 minutos”, comentó Romaguera.

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El ánimo de Angélica está por las nubes, pues viene de ganar tres medallas –de oro, plata y bronce- en la Olimpiada Especial Fides en Colombia.

“Me gustó mucho. Yo gané medalla, yo nado bien”, respondió Angélica, quien también practica el taekwondo y gusta de escuchar música, ver películas en su tableta y crear diseños de ropa en una libreta.

Su último año en el sistema público de enseñanza comenzará en agosto y al terminar, cuando tenga 21 años, el próximo paso será el trabajo, con la ayuda de la Administración de Rehabilitación Vocacional. Del Toro compartió que su única hija le dice que quiere ser salvavidas, trabajar en una tienda de artículos para animales o en un supermercado, casarse, tener un hijo y un carro.

“Quiero que se siga desempeñando como una atleta de alto rendimiento, que siga representando a Puerto Rico. Y en su área laboral, quiero que trabaje, que se desempeñe como un empleado normal. Que se supere más y llegue más alto”, expresó su madre.