Solo 17 personas en 68 años han encabezado a la delegación de Puerto Rico en los actos de inauguración de unos Juegos Olímpicos.

El próximo 5 de agosto, Jaime Espinal se convertirá en el decimoctavo en hacerlo y en ese momento sentirá en carne propia lo que sus predecesores experimentaron al portar la enseña nacional.

“Esto es algo bien especial para mí. Esto es algo que va a marcar mi carrera… en lo personal. Ir a la Olimpiada, son pocos los que van a una Olimpiada, ser medallista, menos todavía, y abanderado son menos todavía…. Así que me siento súper… es que no hay palabras para expresar la felicidad”, manifestó Espinal.

Varios de los abanderados puertorriqueños que asistieron anoche a la actividad que celebró  el Comité Olímpico de Puerto Rico (Copur) para presentar oficialmente a Espinal destacaron que portar la bandera es algo que los marcó desde el momento en que desfilaron al frente de la delegación.

Uno de los presentes fue Luis Martínez, quien llevó la bandera en Barcelona 1992. 

“Cuando me dieron la noticia de que sería el abanderado de Puerto Rico en el 1992, yo estaba entrenando en Italia y allá me llegó la noticia. No lo creía,  porque no había tenido ese respaldo patrio. Sí había cogido medalla y había representado a Puerto Rico en muchos eventos internacionales y no lo creía en ese momento. Cuando tuve que hacer el ensayo general en Barcelona me entró un escalofrío en todo el cuerpo. Esa es la emoción más grande que debe de sentir un atleta, llevar la bandera de su País en unos Juegos Olímpicos. Lo sentí el día antes y el día de la inauguración. Es el sueño más bonito y grande de un atleta”, señaló Martínez,  ex judoka nacional y hoy día entrenador.

Al igual que Martínez, Espinal recibió la buena nueva mientras entrenaba fuera de la Isla. Esa es la razón para su presentación 11 días después de que el  Copur hiciera el anuncio oficial de que el medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 sería el abanderado.

“Me enteré en Cuba. Allá la comunicación no es muy buena. En algún momento logré entrar a Internet y vi que tenía 100 WhatsApp y en Facebook un montón de notificaciones y fue cuando dije ‘Eh, aquí pasó algo raro’. Uno siempre se pregunta ‘¿Qué habrá pasado? Y cuando veo que me seleccionaron como fue ‘¡wow! ¿En serio?’”, dijo Espinal, el cuarto atleta de combate puertorriqueño en ser abanderado en unos Juegos Olímpicos. 

“No lo podía creer porque no recibí ninguna llamada o algo. Era algo que yo sabía podía pasar pero no lo veía venir”.

Culson recuerda su momento 

Javier Culson fue el último puertorriqueño en desfilar al frente de la delegación boricua cuando fue el abanderado en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. El ganador de la presea de bronce en los 400 metros con vallas indicó que Espinal será marcado por la experiencia.

“Es algo inolvidable. Todo atleta desea estar en una Olimpiada y aspirar a ser abanderado. Eso nunca se le va a olvidar. La experiencia va con uno hasta la tumba. Yo soñé con ser abanderado en una Olimpiada. Eso las medallas poco a poco se van logrando las cosas”, dijo Culson, quien agregó que al ser abanderado de un país “todo el mundo está pendiente de ti”.

Finalmente, Espinal dijo que el luchador que irá al mattress olímpico en Río 2016 es uno distinto al que luchó en Londres 2012.

“Se habló en algún momento de que fui subestimado en Londres. Ahora todo el mundo me conoce. Eso no me da presión, no siento que tengo que ganar”, dijo Espinal. 

“Lo que yo siento es apoyo. Mucha gente me conoce, muchisiiiisimas más que en Londres. Por más razón yo tengo que hacer las cosas bien para que salga todo bien. Hay más posibilidades ahora de que yo coja medalla, aunque me estudien y sea más difícil”.